Carlos Alberto Agudelo Arcila
Este viento de sombras en el festín
(Análisis objetivo ante mí mismo)
Este primer volumen, de cinco volúmenes en espera a ser publicados, no es una propuesta literaria.
En este libro, se esparce un conjunto de géneros literarios: Aforismos o cuentos atómicos o poesía o microrrelatos o reflexiones sueltas o literatura surrealista en prosa breve, acicalada, quizá, por filosofías no categóricas. En este libro la palabra vaga sin importarle dónde descansar su decir misterioso.
Este libro es una recopilación de mañanas o tardes a la una o a las tres del día a día.
Este libro es mi vida sin blindaje intelectual.
Con el premio Nobel de literatura 2023, Jon Olav Fosse, me pregunto: “¿Para quién escribo? Para Dios. Escribir es como rezar”. Sí, escribir es oración cuando la voz hace parte de río, de la piedra, de cuanto nos rodea siempre invocada por la energía del universo, eco genuino.
Este libro es palabra en expresiones de gota, mármol, polvo y viento de alas y alas de viento sin donde posar su vuelo. Lenguaje del pan-pan-vino-vino, gracias al cual desmenuzo mundos estáticos y a la vez me embriago hasta encielarme en naturalezas ignotas, incluso me enseña a bañar mis manos en el río Heráclito desde donde el “gran pez” salta en busca del alma de Jonás.
Este libro viene hacia mí, ¿o yo voy hacia él?, a exigirme simbolizar con el vocablo la cuadratura del líquido pensada desde la inmensidad de colores sin descubrir. Este libro no busca intelectualizar la simiente de la palabra misma para luego ser fértil en la estepa de lógica alguna.
Cada absurdo en este libro lo justifico a través de mi propia existencia no alienada en el convencionalismo psicológico impuesto por una sociedad donde todo lo mide de acuerdo a su estándar único de apreciar el mundo. Aquí, en este libro, sucede la nada categórica sin dejar de desconocer el todo infinitesimal de algo.
Este libro desastilla lumbres de luciérnagas mientras la luz en forma intermitente cae en su propia sombra para luego renacer y dispersar, una y otra vez, su universo refulgente.
Este libro es un consenso conmigo mismo, donde arrojo hacia las alturas y, a la vez, contra el abismo, desde la levedad de mi subconsciente, todas las injerencias de mi espíritu, de mi ser biológico, para luego bosquejar, línea a línea, mi paraíso perdido en extramuros de la hierba o del rocío o del vaho hasta dejar la palabra plasmada de un sereno adiós o en condición decepcionante del raciocinio.
Este viento de sombras en el festín…
Breve muestra de Este viento de sombras en el festín:
- LA NARANJA rueda por el día hasta dar con la noche de los sedientos. Voces aquí. Voces allá imploran tiempos de bienaventuranza. Oro por ti señor del campo. Gracias por el sudor de tu cuerpo en la jornada. Gracias por tus días de panela y humo de berenjena y sol y lluvia y arado y… Santificados anhelos de trigo leña y vapor. Santificada risa en el instante de no sé qué. Santificado sea tu recuerdo en el cristal de la foto perdida. En tu rostro se bosquejan miradas de desespero. Santificado seas en la grieta en el polvo en el arroyo en la colina sobre la hoja que crepita sombras de caballos. Tu ser padece las llagas que le trasmitió Cristo al desamparado. Cada letra de tu nombre se escribe con savia y sangre.
- ESCRIBIR UN día. Escribir la sangre. Escribir el refugio. Escribir el viento. Escribir la palabra incierta. Escribir de lunes a lunes Escribir la mujer ausente. Escribir el ropaje. Escribir la quimera. Escribir algo. Escribir el silencio. Escribir el filo. Escribir la coartada. Escribir el rasguño. Escribir el cuchillo. Escribir el salto. Escribir la música. Escribir la desnudez. Escribir el polvo. Escribir el humo. Escribir el esqueleto. Escribir. Escribir. Escribir. Escribir en una noche donde tú me ayudes a dejar de escribir la mañana aquella cuando no te conocí y viajaste no sin antes parar en la tienda vacía para escribir que jamás nos llegaríamos a ver. Escribir. Escribir. Escribir. Escribir la silueta. Escribir el espejo. Escribir la memoria. Escribir el olvido. Escribir. Escribir. Escribir. Escribir la fábula. Escribir el rojo. Escribir el incoloro. Escribir el rostro desahuciado. Escribir el trigo. Escribir el vino. Escribir el pan. Escribir. Escribir. Escribir desaparecer entre el escribir. Escribir. Escribir. Escribir…
- LA LUNA de los desamparados me guía hasta la casa del viento donde todo sucede de manera vertiginosa. El pan se moldea a la luz de los cocuyos los días son inexplicables. Es habitual ver morir seres hambrientos junto a las puertas de los santuarios. La gota de agua viaja por el cauce del mundo hasta la mortandad de peces. Me acostumbro a mirar hacia la nada de pronto por el cristal del tiempo se observa cuando llega un barco sin pasajeros donde todo es ausencia. Desde la altura descubro pasos legendarios. Caen paredes sobre la luz de la jornada una nonagenaria teje sus últimas horas de existencia al pie de la columna vertebral del suicida. Mujeres sin ropaje alguno disfrutan de la manzana del paraíso perdido. El sol se esconde de los venados de la escalera del salto de un ladrón. El agua abre sus compuertas de lluvia por un pasillo entran aventuras de marineros. Con adornos de algas los ahogados sobrenadan la tarde. La babaza del agonizante toca límites del infinito. Ladran siete perros quizá tres perros ladran a estrellas errantes. La mujer de ojos verdes va hasta el inicio del polvo donde cava su propia tumba. Se desagua entre mis dedos el astro que flota en el tanque de reserva. Arañas suben hasta la lámpara y se detienen en la falta de bombillo. Se informa sobre la cifra de algo no importa ahora de qué. Un eco retumba los números exactos de algo no importa ahora de qué no importa ahora de qué no importa no importa no importa…
Este viento de sombras en el festín, es mi próximo libro de prosa narrativa-poética, el cual saldrá a la venta el 23 de marzo de 2024. Tiene un precio de $30.000 más costo de envío a cualquier parte de Colombia. Pedidos: 3128730691. Gracias por su apoyo.