domingo 22 Jun 2025
-

Carta abierta al señor Presidente

12 octubre 2018 5:30 am
Compartir:

Abogado Iván Duque Márquez

Presidente de la República

Casa de Nariño, Bogotá.

Respetado Presidente:

Estaba esperando a que se instalara en su despacho y a que terminara la fila de lagartos, que siempre se da después de toda posesión, para decirle algunas cosas que me preocupan (y a muchos amigos); varias de ellas las puede tomar como sugerencias o, si usted quiere, como solicitudes.

Primero que todo, no vaya a permitir que otro señor, o señora, gobierne en su nombre; tápeles la boca a quienes dicen que don Alvaro gobierna en cuerpo ajeno; amárrese los pantalones, de una vez, si no quiere que se le crezca el enano; hágales saber a todos que usted se llama Iván Duque Márquez y no, Alvaro Uribe Vélez.

Como he visto que está "repartiendo" los puestos importantes, hágalo razonablemente y sin pagar apoyos o favores políticos; me imagino que muchos hacen alusión a capacidades, méritos, igualdad, inclusión y otros términos que no entiendo bien, sin embargo, debe recordar que lo primero es lo primero y que lunes está antes que martes; usted ha dicho varias veces que tiene gran experiencia en administración y gobierno y entiende perfectamente lo que le quiero decir; no se deje presionar por gamonales, politiqueros y falsos caudillos, no se la deje montar de los vivos de siempre; creerán que por ser usted joven es fácil influenciarlo o asustarlo, pero las cosas no son así; a otro perro con ese hueso.

Lo he oído hablar inglés y pronuncia muy bonito, pero, por favor, no vaya mucho a los Estados Unidos ni se deje enredar de Mr. Trump; todo el mundo sabe que ese señor es loco y dice y hace muchas barbaridades; si usted se deja tomar la confianza del señor del peluquín, convierte a Colombia en un prostíbulo, en un manicomio o en el botadero de basura de los gringos. Sé por qué se lo digo.

No se ponga a defender a todos los que dicen amarlo y respetarlo; antes de abrir la boca, recuerde que todos tenemos nuestra historia; se nos ablanda el corazón con los billetes grandes y vendemos a nuestro amo por treinta monedas de plata; mejor dicho, no puede usted meter los dedos a la candela por aquellas personas cuyo certificado de tradición y buena conducta le es desconocida; no se ría que ya sabe para dónde voy.

Doctor Duque, tenemos muchos problemas, pero el de la financiación de la educación superior sí es grave; no es raro que esto pase en un país cuyos legisladores saben muy poco de educación o, en su defecto, son escasos los que han pisado un claustro universitario; reconozco que algunos han estudiado a distancia, han tomado cursos acelerados o han ejecutado saltos mortales desde el bachillerato a la Universidad. No se vaya a dejar engañar de aquellos que confunden un seminario o un diplomado con una maestría o una especialización.

Asesórese bien al momento de rescatar el dinero que está regado por muchas partes o se gasta en embelecos a los que se les dan nombres rimbombantes; dinero hay para la Universidad colombiana, pero se gasta en corbatas y asesores de nombre en los Ministerios, en el Congreso, en la Casa de Nariño, en el Icetex, en las Cortes, en las Cámaras de Comercio, en las Fuerzas Militares, en el Sena y en la misma Universidad. Si con este dinero no es suficiente para empujar, realmente, a la Universidad, entonces, échele mano al dinero que tienen en sus arcas los corruptos; esta fue una de sus promesas durante su campaña.

Tengo que decirle más cosas, pero se me acabó el espacio que me asignan cada ocho días; antes de despedirme, le recuerdo que hay que proteger a los líderes sociales, con hechos, no con palabras; y no le crea mucho al fiscal; es mediático y tiene una lengua muy larga; como decía mi abuela "A palabras necias, oídos sordos".

Te puede interesar

Lo más leído

El Quindiano le recomienda