Aldemar Giraldo Hoyos
“La libertad de prensa es un derecho fundamental de suma importancia para las sociedades democráticas, ya que permite la libre opinión e investigación en temas de interés público que bien pueden ser contrarios al poder político ejercido por el gobierno, o por los sectores poderosos de la sociedad, al ser influyentes en la opinión pública, en la cual reside la soberanía del voto”. (Fuente: https://concepto.de/libertad-de-prensa/#ixzz8eJk9GAJf).
Después de 12 años de detención, Julian Assange, fundador de WikiLeaks, volvió a la libertad después de que un juez norteamericano aprobara un acuerdo de culpabilidad ayer miércoles; su “aislamiento” no fue un paseo o un programa de vacaciones; según su abogado, Barry Pollack, “había sufrido tremendamente en su lucha por la libertad de expresión y la libertad de prensa”.
Assange reveló información veraz y de interés periodístico y fue acusado en virtud de la Ley de Espionaje por haber participado en un ejercicio que muchos periodistas realizan constantemente; para muchos era inocente, pero para algunos enemigos gratuitos merecía un castigo ejemplar; afortunadamente, en el juicio, primó el interés humano.
Para lograr su libertad se declaró oficialmente culpable de conspirar ilegalmente para obtener y difundir información clasificada sobre su presunto papel en una de las mayores violaciones de material clasificado en la historia militar de Estados Unidos.” La información clasificada es un tipo de información sensible que está restringida por las leyes o regulada para clases particulares de personas. Se requiere una habilitación formal de seguridad para manejar y acceder a documentos clasificados” (Wikipedia:2024).
El fundador de WikiLeaks le dijo al tribunal que “cuando publicó los archivos clasificados en 2010, era periodista y creía que estaría protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que cubre la libertad de prensa”; lo dejaron en libertad a cambio de una declaración de culpabilidad que conlleva una sentencia que se daría por cumplida al reconocerse el tiempo de permanencia en prisión en el Reino Unido.
Estemos a su favor o en contra, no podemos desconocer su lucha por la libre expresión y el derecho a la libertad de prensa; el gobierno de los Estados Unidos lo persiguió inmisericordemente y sus aliados aplaudieron y se confabularon. Julian Assange se convierte en un héroe y un modelo digno de imitar por aquellos periodistas que venden su apoyo o su silencio al mejor postor.
Assange reveló secretos sobre las guerras de Irak y Afganistán, por los cuales estuvo 7 años asilado y 5 detenido; muchos informes oficiales confidenciales o restringidos relacionados con la guerra, el espionaje y la corrupción; la historia lo juzgará a través del tiempo.
