Una mujer presidenta

26 junio 2024 10:00 pm

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Álvaro Ayala Tamayo

¿Votaría usted por Laura Sarabia, María José Pizarro, Vicky Dávila, Claudia López, María Fernanda Cabal o Paloma Valencia?

Sandra Ortiz, la séptima papeleta se quemó.  Le queda difícil salirse de la lista de Olmedo López y Sneyder Pinilla. Billete para esa campaña, había. La cuota inicial fueron 3 mil millones, sin conocer datos de otros (torcidos) municipios y entidades públicas.

En ese sexteto está la próxima presidenta del país. Las mujeres quieren dejar de ser pajecitas y buscarán llegar al altar de la política en calidad de novias.  Quienes deben incomodarse son los primeros damos. Aunque otros se sentirán orgullosos.

Colombia ya está madura y requiere con urgencia una mano femenina que la guíe hacia la prosperidad y la saque del pantano de la corrupción en que se encuentra hundida.

El ejemplo lo acaba de dar México, señalado de ser el país más machista del mundo. El pueblo decidió que los manitos necesitaban una buena mujer y la pusieron.

Colombia siempre ha tenido alta influencia mexicana. Por lo tanto, el asunto se puede dar. Las urnas estarán abiertas y los votos listos para depositarlos. Este capítulo apenas comienza. De formato telenovela mutó a reality.

Con la televisión, la música y los traquetos, México lindo y querido siempre nos ha conquistado.  La ventaja en esta ocasión es que las seis candidatas nuestras conocen la historia de Ernesto Samper y no aspiran a repetir 8 mil problemas.

Además, Colombia ya no tiene narcos nacionales, con jefes al estilo cartel de Cali o Medellín. El monopolio de la droga es de las guerrillas que le metieron el mordisco a la mayor empresa criminal del mundo y se quedaron con el negocio, socio. Al lado del narco come el empleado y el desempleado.

Tremenda coyuntura tendrá que enfrentar la mujer que salga elegida presidenta. El narcotráfico mimetizado de guerrilla y política vencerá cualquier prueba de narcotest. Aunque volverán con el cuento de siempre, diálogos de paz.  Desde Cravo Norte nos tienen enredados.

Con ejército y policía desintegrados por el terrible Iván Velásquez, el desorden público y la inseguridad serán los frentes de batalla a reconstruir. Ninguna ha prestado servicio militar, pero pueden poner a marchar las tropas contra los guerrillos y delincuentes.

Ahora que no salgan con el cuento que las mujeres no tienen experiencia para manejar un país tan difícil, complicado y peligroso. Fueron los hombres que han gobernado quienes lo dejaron hecho flecos.  Gutenberg no escribió ningún libro, pero inventó la imprenta, dicen los historiadores.

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