La entrada: “Calarcá, te he mirado de mil maneras, y te he amado en cada una de ellas”. Feliz aniversario 138, sábado 29 de junio.  

25 junio 2024 10:30 pm

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La Nota de Jota

Por Jota Domínguez Giraldo

1.- FIESTAS DE CALARCÁ.

Llega Calarcá a los 138 años de fundación, en medio de una bien fundada expectativa por este aniversario, dado que la alcaldía está ahora administrada por Sebastián Ramos, dirigente que conoce muy bien el municipio y porque además, ha ocupado cargos de mayor importancia dentro de la administración pública que le pronostican a Calarcá una mejor administración que las pasadas, muchas de las anteriores  ocupadas para llenar cupos electorales, que buscaban satisfacer fortines particulares para cobrar réditos personales.

Además Sebastián ha encontrado personas y funcionarios con bagaje profesional, aptos para impulsar las motivaciones que tiene el alcalde para desarrollar los mejores proyectos para la ciudad.

Vienen unas fiestas del café nacionales renovadas, y un aniversario con muchas presentaciones populares y muchos artistas reconocidos nacionalmente. Se espera el resurgir y renacer, teniendo en cuenta que las fiestas, el reinado del café y el aniversario habían caído en desgracia precisamente por falta de visión y grandeza de las pasadas administraciones locales y departamentales.

Destacamos la medalla que la administración entregará a Jorge Humberto Guevara por sus méritos cívicos el sábado 29 de junio a las 8 de la mañana en la Casa de la Cultura, hombre cívico por excelencia, servidor de todas las juntas sociales, protector de los bienes públicos que hacen parte del patrimonio cultural y vigilante de la arquitectura tradicional.

Igualmente es necesario señalar la falta de interés de los dos últimos gobernadores por Calarcá, con algunos secretarios de despacho.

Roberto Jairo Jaramillo y Juan Miguel Galvis tienen ahora inservible el estadio de Calarcá, el puesto de salud en el que convirtieron el hospital La Misericordia, el casi acabado y recuperado por el alcalde reinado nacional del café, el descuido por el puente de San Nicolás, los nulos o ningún proyecto de turismo de esa oficina en el departamento y la escasa participación de calarqueños en cargos de representación administrativa, dejan notar la poca o nada consideración con el segundo municipio del departamento y además con quienes con sus votos les dieron la posibilidad de dirigir, así sea muy mal como lo han hecho, la administración del departamento.

La parte favorable, es que por fortuna, Calarcá poco o nada tiene para agradecerles.

Súmele la molestia tan espantosa que tienen los comerciantes del departamento contra el gobernador Juan Miguel Galvis por el cierre de las vías este fin de semana, para complacer el pago de 400 millones de pesos entregados a Nairo Quintana para que venga al Quindío. Esa es muy buena estrategia publicitaria para el departamento, pero no para esta época, pero los restaurantes y cafeterías, el parque del Café, Montenegro y Quimbaya no están contentos por el cierre de vías. Entendible.

Y obvio, esperamos que el alcalde Ramos de Calarcá y todos los comprometidos en mostrar nacionalmente la mejor cara de la ciudad, tengan el éxito que esperan y el reconocimiento de las entidades por querer mostrarse solitos, con la ayuda de Fontur en el gobierno de Petro, y recordando que cuando Sandra Paola Hurtado fue gobernadora, le dio a Calarcá y al reinado y a sus fiestas, el mejor apoyo y todo el empuje necesario para que se mostrara bonita y encantadora.

Por último, es escasa y mísera la colaboración de la gobernación del Quindío con Calarcá, su reinado y sus fiestas, porque Calarcá tiene que pagar el traslado de toda la logística y los operarios de Telecafé para transmitir televisivamente estas fiestas. En eso quedó la oficina de turismo del departamento y todos los municipios y gremios lo saben; en nada para nadie.  

2.- 58 AÑOS DEL QUINDÍO.

Al cumplir el Quindío 58 años de separación de Caldas, es obligatorio evocar las figuras de Camilo Cano Restrepo y Nelson Sabogal Vásquez, quienes desde orillas diferentes prestaron grandes servicios al departamento, los dos fallecidos en el mes de junio. Camilo Cano fue un ejemplo de amor por la ciudad, su civismo, su honradez, su profesionalismo en sus ejercicios ciudadanos y su molestia por todo lo malo que hacían los habitantes y los gobernantes, fueron conocidos por todos.

Dos escritos muy significativos y elocuentes de Armando Rodríguez Jaramillo y Gabriel Echeverry González, hacen homenaje a su importante discurrir ciudadano.

A Nelson Sabogal Vásquez, “Chola”, hay muchas cosas que valorarle. Su enorme capacidad de aprendizaje pegado permanentemente de los libros, su automática reflexión y rebusque de citas literarias, su brillante exposición de motivos para todo, y su voluntad para ponerse a la orden de Calarcá, del Quindío, del periodismo, del liberalismo y de sus amigos, le abrieron un espacio en el recuerdo de los quindianos.

Entendiendo todo lo que vivió e hizo dentro del periodismo, hay mucho por aprenderle. Dios le dé el eterno descanso. 

Nelson cumpliría 86 años este primero de julio, día del aniversario 58 de creación y comienzo de la vida administrativa del departamento.

En este aniversario del departamento, lo mismo que en los últimos años, los gobernadores no tienen nada importante para mostrarle a los quindianos. Ya nos acostumbramos a la mediocridad.

3.- A LA PICOTA PÚBLICA.

La cárcel La Picota, está ubicada en Bogotá, donde recluyen a quienes condenados por la justicia, tienen deudas con la sociedad, por sus equivocados enfrentamientos con el Código Penal.

Y también existe la “picota pública”, que en la antigüedad eran  columnas de piedra más o menos ornamentadas, sobre las que se exponía a los reos o detenidos y los cuerpos de los ajusticiados por la autoridad civil.

La pena de exhibición en la picota aparece ya legislada en el siglo XIII, en el libro de Las Partidas, de Alfonso X, considerándose la última de las penas leves a los delincuentes para su deshonra y castigo.

En Colombia se dice “picota pública” cuando las personas son sometidas a comentarios públicos por hechos que atentan contra la sociedad, sus recursos y sus valores.

A la “picota pública” han sido sometidos esta semana Carlos Alberto Maya, último exalcalde de Pereira, quien no tiene vínculos con el Quindío, pero su patrocinador, el senador Gallo, sí.

Gallo apoyó decididamente la campaña en favor de Maya, quien junto con el exsecretario de Infraestructura y tres funcionarios más, Maya enfrentará a los jueces penales por presuntos hechos de corrupción que investigadores encontraron cuando ejecutó la primera fase de la obra Avenida Los Colibríes.   

Esta obra tuvo un valor inicial de 32.000 millones de pesos, y le adicionaron 20.000 millones, y la Fiscalía ya la estaba investigando porque tenía denuncias por concejales y exconcejales, diputados y ciudadanos, desde el año 2022 porque sin haberse terminado la primera fase, ya se buscaban recursos adicionales para iniciar la segunda fase.

La Contraloría General de la Nación, también se meterá para el control y vigilancia.

En esta investigación no ha sido llamado por investigación ni a declarar el senador Gallo, repetimos, dicen que el patrocinador de Maya. Pero dicen los “chismes” en Pereira, que de esa obra salieron los recursos para la campaña de Gallo, que finalmente lo llevó al Senado. Y como existen tantas conjeturas en el manejo de la plata para esa obra, la política regional se sacude, por las posibles consecuencias negativas electorales. Y porque de ahí depende también si algún quindiano decide presentarse al Senado, contando con votos risaraldenses.

Y por los lados del Quindío, la revista “Cambio”, con periodistas serios y muy documentados, está hablando duro contra Luciano Grisales, quien dirige una división en el ministerio de Hacienda y lo acusan de contrataciones que supuestamente riñen con la ley, poniéndolo en la picota pública.

Los hoy cuestionados esperan que de la picota pública, que es en la calle, libres y con mucha bulla, no pasen a La Picota, que es encerrada, sin libertad y en solitario.   

Aporte de los lectores: “Pensar que repartiendo dinero se acaba la pobreza, es lo mismo pensar que repartiendo diplomas, se acaba la ignorancia”. (G.López).

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