Iván Restrepo R.
Los residentes de un destino turístico como este en el que nos levantamos y nos acostamos diariamente estamos pasando de ser actores de primera línea a actores de segunda. Los de primera línea son los visitantes, para quienes pareciera que todo está enfocado en satisfacerlos a como dé lugar a cambio del pago por unos servicios y productos que, en parte, generan la sostenibilidad de los residentes. Esto no está mal; lo que está mal es no haber sido lo suficientemente capaces de medir hasta dónde podemos llegar en el numero de visitantes, no vaya a ser que terminemos como los destinos precursores en el mundo en lo que tiene que ver con recibo de visitantes, sean estos turistas o visitantes del día.
Estimo muy conveniente que tengamos muy en cuenta estos términos: GENTRIFICACIÓN y TURISTIFICACIÓN, tal como lo establecen algunos autores, como la del siguiente artículo que cito y del cual extraigo las siguientes definiciones, con las que coincido.
“La gentrificación ha sido un término que se ha utilizado desde segunda mitad del siglo XX, debido a la creciente clase media y la globalización. La mayoría de ciudades del mundo han sufrido este proceso y se generó un debate ético y moral alrededor del concepto. Este fenómeno ha sido transformador para la economía, demografía y urbanización de las ciudades.
Bien entrado el siglo XXI, la economía digital y el aumento de la demanda y oferta turística han incrementado la industria turística como nunca antes, y ahora las ciudades viven un fenómeno de efectos similares a la gentrificación, que se ha denominado como turistificación.
La turistificación es entendida como el concepto que se refiere al impacto que tiene sobre una comunidad local que la oferta, las instalaciones y los servicios del espacio se dirijan a cubrir las necesidades del turista en lugar de las necesidades de la población fija. Es decir, si en la gentrificación hablábamos de desplazar a una clase social en detrimento de otra; en la turistificación hablamos de desplazar a prácticamente todos los residentes de un espacio de gran interés turístico para satisfacer las necesidades de los turistas”.
Es hora de ir analizando en detalle todos los aspectos inherentes al sector turistico local, no vaya a ser que el impacto se desborde, como ya lo podemos estar viendo en el caso de la vivienda rural y urbana, los precios de alimentos y bebidas, la diversión y otros. No cesaré en mi empeño de recomendar a todos los que vivimos en un destino turístico que nos abstengamos de visitar en los días de alta demanda los sitios de mayor atractivo turístico dentro de la región y dejemos que quienes nos visitan sean los usuarios mayoritarios.
No quiero pensar que sea el mismo destino el que se está “suicidando” debido a no poner restricciones al numero de visitante en ciertas épocas del año, las bien llamadas ALTAS TEMPORADAS.
BREVES DEL QUINDIO: Ideal sería ver a nuestros gobernantes emprender obras que tengan que ver con la restauración, puesta en marcha y acondicionamiento de espacios para la recreación y el deporte tanto de niños como adultos. Este sería un buen gesto, además bien visto por la comunidad local, para que no se piense que todo es para los turistas. El Parque del Alto del Río, el que en su día fue operado por COMFENALCO, es un ejemplo a replicar en los otros sitios del departamento. La plaza de toros tiene que convertirse en un espacio dedicado a la cultura en sus muchas expresiones que los expertos determinarán. La restauración sería muy bien recibida por todos.
Felicito a las nuevas autoridades de Calarcá por los eventos que se están desarrollando con ocasión de sus fiestas aniversarias. Muy bien por la reanudación de los trabajos del proyecto de la calle 40. Amanecerá y vamos a ver logros.
Hasta la próxima,