Nelson Guzmán Baena*
Desde el mes de febrero del año en curso nace para los lectores un nuevo libro quindiano bautizado: “Noticias del terremoto Armenia, enero -abril de 1999. “El drama de escribir mi propia tragedia” del amigo periodista y colega educador German Rojas Arias. Muchos fueron los padrinos que nos dimos cita en el salón principal de la Sociedad de Mejoras Publicas S.M.P de Armenia y valiosos cuadros como Francisco A. Cifuentes S. quien como historiador e integrante de la A.H.Q. (Academia de Historia del Quindío) hizo un transcendental aporte literario y periodístico sobre el libro que se presentó en público, Rubiela Tapasco Arenas también reconocida comunicadora social con su característico y psicológico saludo de cordial, otros invitados a la ceremonia y la familia del autor casi todos vinculados a las Ciencias Sociales y como herederos de ese baluarte padre Aldemar Rojas Martínez que sí supo orientar con claridad a sus herederos en el campo del periodismo. Por eso hubo tiempo hasta para mofarse con Miguel Ángel Rojas A. que me recordaba cuando yo era secretario de prensa del SUTEQ (Sindicato de educadores del Quindío) por allá en septiembre de 1989 y aparecía en columna con el seudónimo de Tomas Bueno y que me permitió aclararle una la incertidumbre y dos por mi gusto al aguardientico con cariño incluyendo viernes culturales.
El libro “Noticias del Terremoto Armenia, enero -abril de 1999 “El drama de escribir mi propia tragedia” presenta una serie de apegos que merecen valorase: una el haberse desplazado de nuestro departamento del Quindío eventualmente a la ciudad de Pereira para mantenernos informados del acontecer diario y angustioso por el que a travesaba el Eje Cafetero y someterse a los rigores, las réplicas. Sentarse en una maquina a escribir los artículos con plena fortaleza y el pensar calmado como es su constante conducta en las ruinas en que se desenvolvía la población en general su familia.
Ahora el remitirse al libro en mención es acercarnos a nuestras experiencias vividas y con su fresco y ágil contenido llevarnos a meditar que estos fenómenos nadie los puede predecir y si debiéramos estar preparados para el cómo actuar. Aquí nace la importancia de que las instituciones educativas lo adquieran
Muchos quindianos deberían animarse a leer: El libro “Noticias del Terremoto Armenia, enero -abril de 1999 “El drama de escribir mi propia tragedia” y reencontrarse en sus 385 páginas con lo inesperado y como se superaron en parte esas derruidas infraestructuras que nos dejó la naturaleza ese fatídico 25 de enero de 1999 y sentir al lado del autor Germán Rojas Arias el optimismo de la reconstrucción y alegría porque indudablemente todo esto se sintió y experimento durante la recuperación sicosocial y estructural.
La forma agradable como elabora sus narraciones del fenómeno telúrico y sin ahuyentar al lector que indudablemente habrá momentos de verter lágrimas por nuestros muertos y mutilados que fueron miles y miles, la destrucción de las escuelas y colegios, las viviendas en el suelo o para demoler, las iglesias, los centros culturales, hospitales, bomberiles y otras entidades afectadas.
Para dar lectura a este libro que nos rememora la tragedia no se requiere de oficina, edificios ni jardines ya que está escrito con afabilidad y respeto. Ahora si sufre de claustrofobia puede buscar un sitio adecuado y hace recordar en sus páginas que tienden a reflexiones propias del lector como:
No se le escapa mayor experiencias vividas y como se pudo apreciar cuando el PCC (Partido Comunista Colombiano) regional Quindío en una de las casas que no resultaron afectadas del barrio Modelo a los 3 días después de esta compleja situación se reúnen y acuerdan que la naturaleza desplazo al ser humano y por ende orientó a toma de lotes, terrenos desocupados para hacer sus cambuches y gracias a esto se construyeron, así hayan sido de dudosa presentación arquitectónica y mal construidas para los damnificados, (3 por familia y hoy duermen 10) luego el drama continúa, el suicido y la inseguridad se incrementa pero se construyeron y así desalojar los terrenos que algunos eran de politiqueros de la región.
Tampoco podrán cantar victoria los del FOREC ni el gobierno con la familia de los educadores que perdieron parientes, con mucho dolor para el magisterio: 10 de ellos entre los cuales Stella Torres Martínez docente del Instituto Calarcá quien se le vino su apartamento al suelo y allí fallece. Compañera que en el colegio me llenaba el escritorio de documentos sindicales dizque para que los repartiera de manera inmediata y si no es por otra colega Nelly Aparicio quien me freno y me pedía leyera la fecha de expedición del documento a distribuir en los colegios y escuelas y de verdad eran viejos.
O cierta ocasión que encontré sobre mi pupitre un oficio de la Rectora Romelia Gil diciéndome que cumpliera mis funciones y al salir a la dependencia me llama la secretaria Teolinda y me dice que eso no era verdad que ella la había firmado y colocado el sello de la institución educativa.
Y finalmente mi texto “Los maestros aportamos al cambio. Microcentro. Calarcá 1989. Stellita me dibuja y obsequia la portada.
La FECODE efectivamente hace su junta nacional en el Quindío durante los días 1 y 2 de marzo del año del terremoto, primera vez en 40 años de creada y autorizada por Tarsicio Mora su presidente y los presidentes seccionales desde el barrio modelo se elabora la propuesta de un día de salario en solidaridad con el magisterio del Eje Cafetero afectado por esta tragedia natural y aprobándose de manera unánime. Lo cierto es que de esos $971.670.108 faltando Córdoba (Montería) con $165.647.837 recaudados (MOVIMIENTOS SOCIALES DESDE UNA OPTICA EDUCACIONAL. Ediciones izquierda viva Bogotá. Noviembre 6-2003. Pag. 33. Mi autoría).
Pero dejó constancia el magisterio del Eje Cafetero, al menos en el Quindío, no recibió aporte alguno del gobierno nacional como solidaridad, sino que nos liquidó parcialmente nuestras prestaciones y con eso solucionamos una cuota parte de las viviendas y seguir endeudado con el sector financiero que sí se lucro de esos inmensos aportes que hicieron en el mundo y que se podía haber reconstruido tres Quindío. Los alimentos y enseres domésticos cocina, estufa y otros los traían en camiones nuestros docentes de otros departamentos y aquí quien lideró la solidaridad fue Gloria Inés Ramírez Ríos (Pereira) y su esposo educador Álvaro al lado de otros connotados dirigentes de la FECODE.
Y lamento profusamente la muerte de mi profesor de historia moderna en la universidad del Quindío Carlos Antonio Jaramillo Restrepo y su hijo por su compromiso con la colectividad acaecido en el barrio La Brasilia que quedó totalmente destruido.
Este libro y su estructura nos permite también recordar el papel de asesores quindianos que percibían grandes emolumentos en Bogotá mientras aquí nos peleábamos una migaja de pan e incluso en cierto día me atracan en el barrio El Paraíso pero lo único que se me llevan es varios Semanario VOZ que tenía en mis manos alguien saltó y dijo: no, el es un comunista dejémoslo quieto.
Finiquitando este libro “Noticias del terremoto Armenia, enero -abril de 1999. “El drama de escribir mi propia tragedia” me permite ver y reconocer la seriedad profesional como pedagogo de German Rojas Arias y su ética y el amor por sus semejantes.
De esta forma y siendo las 5:00 p.m. con humildad se celebró el 9 de febrero Dia del Periodista en Colombia evento ofrecido por el Periódico virtual ELQUINDIANO.COM y la S.M.P.
*Presidente Comisión de estudios e Investigación de la U.I.S. (Unión Internacional de Sindicatos) de P y J (Pensionistas y Jubilados) de la F.S.M. (Federación Sindical Mundial). Calarcá, junio 13 de 2024