El Sándwich de 30 mil pesos: un símbolo de malgasto en el Quindío

14 junio 2024 10:58 pm

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Émerson Castaño

No había conocido en la historia administrativa del departamento del Quindío un gobierno encabezado por un mandatario que llegó desesperado al poder con claras intensiones de hacer uso del presupuesto público para satisfacer vanidades y, como si fuera poco, organismos de control perezosos para intervenir y evitar gastos innecesarios. Pasará entonces a la historia el señor Juan Miguel Galvis (gobernador) por estar dispuesto a pagar $30.000 por un sándwich con pollo.

La historia nace en el momento en que los funcionarios de la gobernación se dieron cuenta que sus secretarias debían de contar con almuerzos y refrigerios para atender reuniones y personas de alto nivel, así como extranjeros que en un futuro iban a llegar. Diseñaron un plan de atención basado en la predicción. Dicho plan de despilfarro consistió en sincronizar 10 secretarias (la Administrativo, Educación, Turismo y comercio, Interior, Cultura, Privada, Hacienda, Familia, Planeación y Agricultura) con el fin de que cada una de ellas aportara recursos, y entre todos sumaron $383.500.000 para comprar almuerzos, desayunos y sándwiches.

Para poder llevar a cabo el despilfarro, en los estudios previos argumentaron lo siguiente: “…a través de la secretaria administrativa y en el desarrollo propio de sus competencias, debe de realizar capacitaciones, mesas de trabajo, reuniones y comités dirigidos a los servidores públicos vinculados a la Entidad Territorial, con el fin de mejorar la calidad de la prestación de los servicios a cargo del departamento, lo cual repercute en la calidad de la prestación de los servicios a la ciudadanía en general y el cumplimiento de los fines del Estado representado en la Gobernación del Quindío, por lo que es menester adelantar un proceso de contratación pública con el fin de contar con un proveedor que suministre tales productos alimenticios ya preparados o listo para su consumo a la Administración…”.

Luego, encontraron el proveedor adecuado para concretar el plan y así poder suministrar sándwiches de hasta 30.000. El 4 de abril (2024) firmaron el contrato. Y en el ítem de plazo y ejecución, señalaron: “…la ejecución se llevará en el departamento del Quindío: El plazo de ejecución del contrato será desde la suscripción del acta de inicio, hasta el (20) de diciembre de 2024 o hasta agotar la disponibilidad presupuestal, lo primero que ocurra…”. En otras palabras, el contrato puede finalizar antes del 20 de diciembre de 2024 si el presupuesto se consume antes de esa fecha. Si no se agota el presupuesto, el contrato seguirá vigente hasta el 20 de diciembre de 2024.

En un escenario hipotético, podrían haber consumido 12.000 sándwiches con pollo, y dado que cada sándwich cuesta 30,000 pesos, entonces se agotaría la totalidad del presupuesto asignado por los sabios de la gobernación. Aún quedaría un faltante de $23.500.000 para gastarlos en almuerzos. De hecho, volviendo al mundo real, la gobernación de Galvis está dispuesta a pagar por un almuerzo $55.000 pesos y por un desayuno $26.000 pesos.

No siendo suficiente tener disponibilidad presupuestal para comprar almuerzos, desayunos y refrigerios con el fin de atender eventos que supuestamente se irán a desarrollar en el futuro, al mes siguiente de haberse firmado el contrato se le hizo una adición de $15.000.000. En total tenemos un contrato $405.200.000. Fin.

–Ver contrato y adición.

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