¿Quién responde a las ofensas que nos hacen Caldas y Risaralda?

13 mayo 2024 7:03 pm

Compartir:

La carta firmada por los dirigentes políticos, gubernamentales y gremiales de Caldas y Risaralda a la Agencia Nacional de Infraestructura —ANI— oponiéndose a la construcción de la doble calzada Calarcá-La Paila es una afrenta contra el departamento del Quindío, como aquellas que sufrimos antes de 1966 por parte de la dirigencia manizaleña, año en el que afortunadamente logramos la independencia política de esa fracción administrativa.

Algunos de los firmantes de la carta se han querido retractar, diciendo que ese documento no dice que estén en contra de las inversiones de la nación y de la concesionaria de Autopista del Café en el Quindío. Sin duda, esas son patadas de ahogado, como es el caso del senador Liberal Juan Pablo Gallo que obtuvo en las elecciones para Senado de la República en el Quindío la no despreciable suma de 10.520 votos. No senador Gallo, usted firmó esa carta de oposición al desarrollo vial del Quindío y, por tanto, es un traidor de nuestros intereses.

La afrenta, la ofensa de los caldenses y risaraldenses al Quindío, firmantes de esta carta es clara y precisa, cuando afirman: “…Es crucial recalcar que las obras actualmente contempladas generan un desequilibrio en la inversión en nuestros departamentos, toda vez que las intervenciones prioritarias se centran en el corredor Calarcá – La Paila, que si bien es de importancia estratégica para la Nación y hace parte de la conexión Bogotá – Buenaventura, no corresponde a las necesidades específicas de la región del Eje Cafetero...”.

Cuando se dice en la carta que la obra Calarcá-La Paila no corresponde a las necesidades específicas de la región del Eje Cafetero, no es nada distinto a una negación de la obra, a una oposición a la obra y, por tanto, a una afrenta contra nuestra dignidad y nuestros esfuerzos de desarrollo económico y social. Y más ofensa cuando el Quindío ha apoyado, sin remilgos, los desarrollos de grandes inversiones en la Autopista del Café, tramo Pereira-Manizales.

¿Cómo nos están viendo desde Pereira y Manizales? Como ¿cenicientas del Eje Cafetero? Como ¿un departamento que no merece los desarrollos económicos y empresariales que ya lograron Caldas y Risaralda? Como ¿un pequeño territorio con una población disminuida que solo importa para venir de paseo, a ‘puebliar’ en Filandia y Salento?

O nos están viendo con desconfianza, o con envidia. Será que nos están viendo como ¿un competidor muy fuerte en el turismo, que se va postulando como el futuro económico del país? Este último tema es muy interesante analizar, pues hechas las dos calzadas que están en el papel del gobierno: Calarcá-La Paila y Montenegro-Quimbaya-Cartago, el tráfico que comunica a Bogotá con Buenaventura y a Medellín con Bogotá y Buenaventura, deja de pasar por Pereira. Terminadas las llamadas Autopistas del Pacífico 1,2 y 3, y la doble Montenegro-Quimbaya-Cartago, los viajeros de esta zona del país, es decir el centro y occidente, incluyendo Valle del Cauca, Tolima y Bogotá, no tendrán que ‘mamarse’ el trancón de Pereira.

En este sentido, llegar al Quindío será más expedito, lo que hace muy atractivo este departamento, con el espectáculo que ofrece la vía La Línea, con sus túneles y viaductos. Y qué decir, cuando el tramo Calarcá-La Paila esté terminado y, también concluida la doble calzada Buga-Buenaventura. Quedaremos a un paso del puerto.

Lo que extraña de la oposición de Risaralda y Caldas a las obras viales del Quindío son las pocas expresiones de protesta de la dirigencia del Quindío. A hoy, solo el presidente del Comité Intergremial, en una entrevista con EL QUINDIANO ha manifestado su inconformidad, lo mismo que la Representante a la Cámara Piedad Correal. Pero son voces aisladas, porque el gobierno departamental, el alcalde de Armenia, los alcaldes del Quindío, diputados, concejales, la Cámara de Comercio, los gremios en general han guardado un extraño silencio. Y si no protestamos, si no salimos a decirle a la ANI y al concesionario de la Autopista del Café que el Quindío está ofendido, que defiende el proyecto de la doble calzada Calarcá-La Paila, entonces podríamos perder esta oportunidad de la magna obra.

Unidad señores dirigentes del Quindío, sin celos, sin remilgos, sin envidias, este es el momento para demostrar que nuestro departamento sí tiene dirigencia y que somos una sola voz para defender nuestro territorio. Por nuestra parte, desde EL QUINDIANO, levantamos la más formidable voz de protesta contra esa dirigencia caldense y risaraldense que ofende nuestra dignidad, nuestros intereses sociales y económicos y, por ende, a nuestro pueblo.

 

Por lo tanto, es prioritario revisar y ajustar el paquete de obras

El Quindiano le recomienda

Anuncio intermedio contenido