El silencio y el miedo aparecerán debajo del título: Complicidad pecaminosa

23 mayo 2024 9:47 pm

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Samaria Márquez Jaramillo

El infierno estaba lleno, o casi. Afuera, muy cerca, había una fila de personas que pedían ser absueltas. Al infierno le quedaba sólo un cupo.  Salió el demonio, revisó a los que esperaban, se encontró con la mirada del Mal y este le dijo: Ten presente que yo soy tu equipero, conmigo, acá afuera, tienes infinitas posibilidades, sería un error tuyo encerrarme con los condenados, ¿qué hago allí? ¡Sólo serviría para cargarte el tridente! El diablo movió de arriba abajo sus cachos en señal de aprobación. Luego lanzó una mirada envolvente: ¿Quién sería su elegido? Por hoy queda un cupo. ¡Escogeré al peor de vosotros!, dijo! Los de afuera esquivaron la mirada y metieron su cabeza dentro del cuello. Pero uno, solo uno, miró de frente a don sata y pavoneándose alegó:

▬ ¡Te equivocas satanás! Apártate de mí esas llamas que te sirven para ver, porque conmigo no contarás.  Soy neutral. Las cosas para que existan deben ser nombradas, yo no pronuncio ni un pio. Ni una palabra digo y tampoco actúo.   Debe haber un error don sata, no pertenezco a esta fila.

▬ ¿Cómo que nada de algo?

▬ Sí, nada.  La verdad es que he sabido y comprobado muchas atrocidades en contra del patrimonio público, la vida y honra humana, el desastre del Arte…  Pero callo porque creo que el que es de Dios en Dios permanece, respondió el hombre, ya asustado.

El demonio volvió a preguntar:

▬ ¿De verdad viste todo lo que cuentas y no hiciste algo? 

▬ ¡Claro que hice! Cerré los ojos y oculté mis manos…

Don sata lo interrumpió:

▬No tengo duda: Deja el rol de Yonofuí, ven para acá, el infierno y todos sus tormentos te esperan…  Además, recibirás la condena pública…

Epígrafe:                                      

En psicología social se conoce con el nombre de responsabilidad diluida o falta de reacción ciudadana a una situación que se explica así: Cuanta más gente está presente o enterada de una situación de caos, corrupción o daño público, menos son los que se muestran dispuestos a ayudar a quienes están en riesgo,  porque se disuelve  la incumbencia y se cree que lo que hace la mayoría es lo correcto, situación que traducida a sentencia maternal podría leerse como “mal conocido por muchos compromiso de ninguno”.” Ejemplos iguales he leído a montones en la página web Listverse. Es decir que, si el mal aqueja a muchos, la responsabilidad de erradicarla no es de uno solo. Pero… ¿Y el pundonor? ¡Esa palabrita que nombra al sentimiento de dignidad personal cayó en desuso! ¿Entonces? ¡Ora pro nobis!

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