El Ministerio de Salud y Protección Social calificó al hospital Roberto Quintero Villa del municpio de Montenegro como una entidad sin riesgo, gracias a la gestión adelantada por la gerente del centro asistencial, Myriam Bejarano Pulido.
La administración del centro asistencial y su junta directiva pusieron en marcha las estrategias necesarias en materia financieras y los ajustes convenientes que ahora muestran una entidad que avanza en su plan de austeridad en el gasto, con resultados positivos reconocidos por el ministerio del ramo.
La gerente Myriam Bejarano Pulido explicó que desde el comienzo de su actividad se propuso apretar el cinturón, sin olvidar la misión del hospital que es prestar servicios de salud. Agregó que la idea no es sacrificar la prestación del servicio, ni los indicadores de calidad en la parte asistencial.
Manifestó que se ejecuta un plan de austeridad en cuanto al consumo de bienes y servicios; de 17 líneas de telefonía celular que se utilizaban se pasó a solo 7, que son suficientes para el funcionamiento eficiente de la entidad, en la que se ha hecho un trabajo de sensibilización del personal en cuanto al manejo racional de los servicios públicos, insumos, combustible, papelería, víveres y productos de aseo, entre otros.
La funcionaria dijo que con esta política financiera, también busca que los empleados no se vean afectados por retrasos en sus salarios, ni que se deteriore la calidad del servicio que prestan a los usuarios.
El control se hace en todas las áreas del hospital, desde la adquisición de alimentos para los pacientes, hasta auditorías en el manejo de medicamentosy dispositivos médicos, la funcionaria pidió comprensión a todas las personas que trabajan en la institución para que no se incomoden con el programa de austeridad que los beneficia todos.
La gerente del Hospital de Montenegro, lamentó que las EPS, no sean oportunas en los pagos a la insitución, en las liquidaciones de sus servicios o incluso se desaparecen dejando millonarias deudas, explicó que en total las EPS liquidadas le adeudan al hospital de Montenegro $1.302’380.617, sin contar las demoras en las liquidaciones de contratos de vigencias anteriores de las demás EPS.
Agregó que esta cuantiosa cartera, afecta la financiación del hospital que mensualmente requiere de 550 millones de pesos para su funcionamiento y que ha logrado ser calificado como sin riesgo, superando el nivel de riesgo bajo en el que estaba ubicado el año anterior, con peligro de pasar a riesgo medio que lo hubiera obligado a aplicar un plan de saneamiento fiscal y financiero.
Al referirse al caso de Caprecom, dijo que desapareció pasando sus usuarios a la Nueva EPS, pero nunca canceló su deuda con el Hospital Roberto Quintero Villa, la cual asciende a los $738’348.473. Similar situación ocurrió con Saludcoop que adeuda 168’875.007, Cafesalud que debe $272’945.376 y Coomeva que se fue este año debiendo $122’211.761.
En medio de este panorama, el hospital suma un importante logro que se relaciona con la habilitación de todos los servicios que presta a la comunidad, tras haber sido objeto de auditoria de verificación de condiciones de habilitación, según la Resolución 2003 de 2014, la cual fue otorgada por la secretaria departamental de Salud en Junio del presente año.
Cabe resaltar además, que la entidad fue Re Certificada por el Invima, en buenas prácticas clínicas en el mes de julio y se espera la re certificación del Icontec, en la Norma ISO 9001-2008, la cual ostenta desde el 2009.
Lograr todos estos avances ha requerido un gran esfuerzo para mantener estándares de calidad elevados. La entidad ha demostrado que está preparada para asumir sus retos, cuenta con el talento humano para hacerlo y su misión es mantener un buen servicio y la satisfacción de los usuarios.
La profesional pidió a los entes de control, Ministerio de Salud y Superintendencia, para que ejerzan presión eficiente sobre las EPS, sobre todo a las que se liquidan y continúan con las deudas, ya que los afectados con esta falta de control son los hospitales públicos, pues se quedan sin recursos para suplir la adecuada prestación de los servicios.