La asociación de cinco de los municipios de la cordillera permitió establecer una alianza para sembrar 200 hectáreas de mora, con las cuales se crearán 1500 empleos formales, y la compra de los frutos ya está asegurada.
Este programa surgió mediante una alianza entre la secretaría del Interior y Gobierno y la oficina asesora de Industria y Comercio de la gobernación, la Unidad de Víctimas, el Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, y las alcaldías de Génova, Pijao, Córdoba, Buenavista y Salento, en cuyos territorios estarán las plantaciones.
Jorge Iván Echeverry Correa, asesor de industria y comercio de la administración departamental, informó que el proyecto ya tiene las parcelas identificadas, que la Unidad de Víctima aportó 3000 millones de pesos, y que del valor total del programa, la gobernación y los municipios aportarán 15 %: municipios 7,5 % y gobernación 7,5 %.
Así mismo, y con el propósito de asegurar la compra de las frutas, la empresa multinacional Nitrium, del grupo Ardila Lulle, ya suscribió un convenio para compras a futuro, con precio de dos mil pesos kilogramos. Esta firma tiene su planta principal en Tuluá, a donde son llevadas las frutas para convertirlas en pulpa y despacharlas al mercado colombiano y clientes en los cinco continentes.
En el manejo de la mora, desde la mata hasta el empaque se pierde, aproximadamente, 15 % por el agua que destilan las frutas, pero Nitrium las adquirirá embaladas en canastillas y empaques que no permiten el derrame de los líquidos.
Apoyo para los fruticultores
Aparte de tener asegurada la compra de las moras, los productores recibirán asesoría agronómica en la entrega de protocolos para la siembra y acompañamiento técnico durante todo el proceso, a cargo de la firma que adquirirá la materia prima, con lo que se garantizará que el programa sea de desarrollo y crecimiento sostenible.
Y para mejorar el panorama, el SENA se ocupará en la asesoría acompañamiento administrativo, para que se logre el correcto manejo de los recursos que se requieren para la inversión y el destino final de las ganancias para los productores.