Tiene 84 años, pero una energía de adolescente. Así lo dejó claro María Jesús Rojas, ‘Chuchito’ en el acto donde recibió la medalla al Mérito Cívico por parte de la Sociedad de Mejoras Públicas. Se paró frente al público, sacó de su cartera dos hojas, y empezó a dar las gracias, con la vocalización y la depuración de un gramático.
“Cuando recibí la noticia de la imposición de esta condecoración, sentí además de una inmensa alegría, la satisfacción de sentir que mi labor había dejado huella, y reconocer el civismo como un propósito que la sociedad en general no puede dejar morir”, dijo al comenzar su discurso.
Su vida transcurrió entre las Damas Grises, ayudando a los enfermos, llevándoles mercados, medicinas y otros elementos a los más necesitados. Así mismo en las campañas de donación de sangre y en todo aquello para lo que ha sido convocada por la sociedad de Armenia.
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Su voz fue ayer una autoridad en el salón de la SMP: “El solo hecho de ser mínimamente cívicos nos permite tener una vida en comunidad mucho más agradable, por eso el llamado a no desistir en dar nuestro granito de arena, ese pequeño aporte que sumado al de todos marcará la diferencia”.
Y, con la medalla colgada en su pecho, agradeció este honor: “Deseo ofrecer este galardón a Dios, Él es la fuerza que me mueve a diario para aún a mi edad, seguir dando siempre lo mejor de mí en pro de una mejor sociedad. A mi esposo Mario Giraldo Piedrahita (q.e.p.d.) quien fue compañero, amigo y guía en mis años de actividad como Dama Gris, alentándome siempre a acometer estas tareas. A los miembros de la SMP quienes avivaron siempre en mí la llama del civismo. A la Cruz Roja del Quindío, en especial a su Presidente Carlos Hernán Arias y al Doctor Héctor Mejía, quienes tuvieron a bien nominarme a tan alto reconocimiento. No puedo dejar de nombrar a Carlos Ariel Osorio y Jorge Iván Arbeláez, quienes compartieron sus conocimientos para permitirme ser Dama Gris. A las Compañeras Damas Grises, Socorristas y Voluntarios que siempre estuvieron atentos a apoyar nuestras actividades”.
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Lluego vino una mención que rompió el silencio para hacer comentarios de admiración. Con dos hojas en la mano, que iban y venían de atrás para adelante, ‘Chuchito’ sostuvo:
"Agradezco a mis hijos Jorge Mario y David Fernando, quienes compartieron sin egoísmos a su mamá y comprendieron que, en nuestro entorno, existían personas con múltiples necesidades a las cuales nosotras por medio de nuestro voluntariado podíamos ayudar”.
Y para concluir su intervención les dijo a todos los presentes: ¡No dejemos de ser cívicos!