El drama lo enfrenta José Hernán Ramírez Cardona, un hombre de 63 años que se encuentra recluido en la clínica el prado de Armenia desde hace mes y medio. Llegó con un dolor en la cintura, descubrieron que tenía tres vértebras con fisuras, una de ellas de consideración, lo que obliga a una cirugía.
A partir del momento en que los médicos descubren su enfermedad comienza el proceso de planificación de la operación, lo que genera expectativa en el paciente, con el paso de los días le han programado una y otra vez la intervención quirúrgica y termina siendo aplazada.
La paciencia del usuario, afiliado a la EPS Medimás régimen subsidiado, se ha ido agotando. Los médicos lo tenían programado para atender la cirugía el pasado miércoles 4 de octubre, pero una vez más quedó pendiente, lo que generó desconsuelo y rabia en José Hernán.
El médico Francisco Zúñiga está al frente de la atención de este paciente y le confirmó que el viernes 13 de octubre a las siete de la mañana lo operaba, pero tampoco fue posible hacer el procedimiento, porque los elementos quirúrgicos que iban a ser empleados en Ramírez Cardona, fueron utilizados en otro paciente perteneciente afiliado al régimen contributivo.
Ramírez Cardona completa 45 días de estar postrado a una cama de la clínica, en una incertidumbre total, porque teme que lo vayan a remitir para otra ciudad donde deberá correr con otro tipo de gastos y el usuario no tiene los recursos económicos para atender esas necesidades.
El hombre vive con su esposa en el sector del alambrado en la vía Panamericana que comunica los departamentos del Quindío y Valle del Cauca. El sustento diario lo deriva de un pequeño negocio que ha estado cerrado durante el tiempo que lleva en la clínica.
El paciente solicita a las directivas de la clínica el Prado celeridad en su cirugía para poder atender sus compromisos en el hogar y clama porque no lo vayan a remitir a otro sitio fuera del departamento del Quindío.