Así nació el Museo de Arte de Armenia y el Quindío

14 octubre 2017 7:19 pm

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Por María Cristina Mejía

Director del Museo de Arte de Armenia y el Quindío –Maqui-

La primera vez que se escribió el nombre de Museo de Arte de Armenia y el Quindío Maqui, fue en una servilleta. Lo escribieron en el año 2010, un grupo de artistas, intelectuales, gestores culturales y profesionales que fueron invitados por Duván López y Manuel Sabogal para socializar en un almuerzo ofrecido por el propietario del restaurante la Fogata, la idea de asociarse para iniciar un Museo en la antigua bodega de almacenamiento de café, ubicada en la Estación del Ferrocarril de Armenia.

Meses atrás, el Ministerio de Cultura había realizado una importante inversión para adecuar la bodega, y realizar allí uno de los Salones Regionales que se celebraron en esa época en el país. Concluido el Salón Regional, la ministra de Cultura insinuó a muchos artistas que lograran obtener de la administración municipal el manejo de la bodega para exhibición de arte, ya que en la región no existía un espacio tan adecuado para este fin. Duván López recogió la insinuación e invitó al mencionado almuerzo, y convocó a varios artistas para que donaran obra, y convertir la idea en una realidad. Se recibió entonces obras de Olga Lucía Jordán, Henry Villada y el propio Duván. Así nació el Museo de Arte de Armenia y el Quindío –Maqui – con Gloria Inés Fajardo como su primera directora.

Hoy el Maqui es una realidad con repercusiones determinantes en la reflexión y acciones propias del arte, la construcción de memoria, la educación, la convivencia ciudadana, y como destino del turismo cultural, del país y del exterior.

Por lo tanto, el Maqui es un laboratorio que hace parte del tejido social y desempeña un importante papel en el desarrollo de la sociedad quindiana y su entorno, incluyendo sus sectores más vulnerables.

Así mismo, el Maqui es el medio de acercamiento a las nuevas corrientes del arte contemporáneo y a las diferentes expresiones de creación que constituyen la cultura de los pueblos, que se deben conservar y difundir, ya que son, hoy por hoy, patrimonio de la humanidad.

Un lugar con las condiciones museísticas

La decisión de convertir esta icónica bodega del país en Museo, fue muy afortunada. Los expertos del Programa de Fortalecimiento de Museos del Ministerio de Cultura, constataron que las condiciones de humedad y ventilación de la bodega originalmente destinada para almacenamiento de café, son las mismas que se requieren para almacenar y exhibir obras de arte.

En el 2013 buscamos la asesoría museística de expertos del Banco de la República, del Museo de Antioquia, del Museo de Pereira, del Museo Rayo y del Ministerio de Cultura, y en septiembre de ese mismo año, el Ministerio de Cultura reconoció oficialmente al Maqui como Museo de categoría Nacional. Posteriormente, en el 2014, el Ministerio de Cultura incluyó al Maqui como uno de los ejes del Plan Especial de Manejo y Protección PEMP del Complejo Cultural y Turístico de la antigua Estación del Ferrocarril de Armenia.

El arte, un poderoso mensaje de vida

Los recursos para el sostenimiento del Maqui se originan en la participación en los concursos de concertación con el Ministerio de Cultura, la Secretaría de Cultura del Quindío y la Corporación de Cultura y Turismo de Armenia. La empresa privada ha aportado recursos para algunas actividades específicas.

Queremos destacar que un Museo es, en esencia, un espacio abierto a la reflexión y la crítica. Esta afirmación se corrobora con la recientemente inaugurada exposición del XV Salón de Artistas Quindianos, evento convocado por la alcaldía de la ciudad y la Corporación de Cultura, abierta en el Maqui, donde advertimos que un grupo representativo de obras plantean un mensaje crítico al desarrollo urbano de la ciudad y al tema del deterioro ambiental.

En otras oportunidades, hemos tenido exposiciones que nos mostraron el conflicto de los reinsertados, tanto de la guerrilla como de los paramilitares. Los traumas generados por el conflicto armado, el drama que sufre la población LGTBI por razones de discriminación, maltrato y violencia, o la no superada violencia y discriminación contra la mujer, así como numerosas exposiciones que nos deleitan y causan regocijo espiritual.

Porque el arte en general, y en particular el arte contemporáneo, de excelente calidad, como se propone exhibir en el Maqui, es un reflejo de lo que somos y hacemos en la vida cotidiana, de nuestras grandes o pequeñas virtudes y defectos. Esto entraña un poderoso mensaje de vida para el ciudadano común y, en especial, para las nuevas generaciones. Es decir, podemos tener diferencias profundas de opinión, y al mismo tiempo tenemos una vida en común, lo cual nos obliga al respeto y la tolerancia de esas diferencias. El arte es constructor de convivencia.

Quiero expresar, en nombre de los artistas, de los fundadores, patrocinadores, y del equipo humano del Museo Maqui, la más sentida gratitud a la Sociedad de Mejoras Públicas de Armenia por el otorgamiento de la Medalla al Mérito Cultural. También a quienes hicieron la postulación, a todos los aquí presentes, y a quienes nos han enviado numerosos mensajes que nos alientan a continuar esta labor que hacemos pensando solamente en el bien de todos los armenios y quindianos.

(Palabras pronunciadas por María Cristina Mejía, directora del Maqui, al recibir la medalla al Mérito Cultural, otorgada por la Sociedad de Mejoras Públicas de Armenia al museo)

 

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