El exministro de Hacienda y exgerente del Banco de la República Hugo Palacios Mejía expresó optimismo por el futuro del departamento del Quindío y exhortó a los ciudadanos de este territorio a superar las dificultades empresariales a través del uso de las herramientas tecnológicas que nos ofrece el mundo moderno. Las palabras fueron pronunciadas por Palacios Mejía al recibir de manos del alcalde de Armenia Carlos Mario Álvarez, la Orden de los Fundadores, máximo galardón que concede la ciudad de Armenia en la celebración de su aniversario de fundación.
Con un recinto a medio llenar, del templo del Espíritu Santo, donde se realizó la imposición de la condecoración, el exministro reconoció el acto del Tedeum para celebrar los 128 años de fundación de Armenia como una vieja tradición, que nos recuerda la conciencia que debemos tener de nuestra conducta en sociedad, que siempre debe estar regulada por una autoridad superior ‘que nos indique que se puede y qué no se puede hacer’. Y dijo que estar ahí, en la iglesia, frente a Dios, es un sentimiento de humildad, el reconocimiento de que siempre hay una autoridad superior a nuestro propio interés o nuestro propio gusto. Recordó que “estos sentimientos son la simiente de todas las sociedades organizadas, y mientras ese sentimiento exista, las sociedades pueden desarrollarse, crecer en orden. De modo que es una bella tradición de celebrar la fundación con un acto de agradecimiento a Dios”.
Palacios agradeció la condecoración y dijo que es mucho más lo que él y su familia han recibido de la ciudad que lo que ellos le han podido retribuir.
“Agradezco lo que Armenia le ha dado a mi familia, a mi padre, a mí mismo, a mis hermanos, la oportunidad que me ha dado la ciudad de servirle a mi país. Y haberme permitido llevar con orgullo en todos los escenarios de mi vida mi condición de armenio y de quindiano. Les agradezco lo mucho que han hecho por mí”.
El homenajeado sostuvo que miraba con optimismo el desarrollo del Quindío y de Armenia.
“Las oportunidades en el pasado tenían muchos limitantes. Las grandes ciudades se hicieron al lado de los ríos y los mares. Lo que parecía difícil para Armenia rodeada de montañas, hecha en el contexto y cercanía del páramo. Pero por fortuna las condiciones han cambiado y ahora es mucho más fácil conseguir su desarrollo, gracias al avance de la tecnología, hoy se puede unir a todo el mundo. Podemos vender servicios a través de la internet, hemos superado las dificultades con la tecnología, el horizonte se abre, hacia una vida con calidad y modernidad”, indicó.
Sin embargo, dijo que es deber cumplir tres condiciones fundamentales para que esas oportunidades de desarrollo estén a disposición de todas las personas.
“La primera condición es la educación, aprender qué es lo que le podemos ofrecer al resto del mundo, y para eso están las universidades, que el Quindío las tiene y muy buenas. La segunda es vivir en armonía con los demás, construir la paz, entendernos, tolerarnos, aprovechar lo bueno que los demás nos pueden dar. Y por último, aprender a servir a los demás”.