Según el sismólogo mexicano Francisco Chávez En una zona de alto riesgo como Armenia, la microzonificación es vital. “No es que con este se busque construir estructuras que no se dañen, sino que aunque se dañen no colapsen y mueran personas”, dijo el profesional invitado por la Universidad del Quindío.
El estudio de microzonificación permite entender la relación que existe entre la estructura del suelo y el movimiento esperado. Aunque el sismo sea el mismo en distintos puntos de la ciudad, la forma en que vibre cada punto en la superficie será diferente en función de la estructura local del subsuelo y eso es lo que es necesario entender, estudiar y reflejar en un mapa de microzonificación.
“Es importante que Armenia por su alta sismicidad tenga ese mapa por los distintos tipos de suelos, por lo tanto, esta herramienta permite construir las estructuras con un coeficiente de seguridad un poco mayor”, destacó el sismólogo.
Agregó que los cerros, colinas, valles, cañadas, cenizas y sedimentos de Armenia van a afectar el movimiento sísmico por lo que hay que estudiar ese fenómeno y conforme se avance reflejarlo y transmitirlo a la sociedad “porque no se puede esperar a tener la respuesta final, hay que ir mejorando las cosas conforme se den los avances”.
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En materia de tecnología el experto recomendó instalar más estaciones que registren los sismos pequeños. Los grandes afortunadamente son poco frecuentes, pero los pequeños son permanentes y con las estaciones se van entendiendo mejor los fenómenos que contribuyen al movimiento.
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Francisco Chávez aprovechará esta semana en Armenia para avanzar en la comprensión del movimiento del terreno que observan durante sismos con la estructura del subsuelo, en compañía del Ingeniero Hugo Monsalve con quien participó en un proyecto para estudiar dicha estructura utilizando ruido sísmico. Ahora pretenden comparar esos resultados con la distribución de daños observada en el sismo del 99.