Si no se resuelve la inseguridad jurídica que acosa a los empresarios de la construcción del Quindío, se estaría conduciendo a una inminente parálisis del sector con unas consecuencias nefastas para la región. Así lo dijo la arquitecta Blanca Luz Patiño, en el foro Los suelos de protección por cauces naturales y el Paisaje Cultural Cafetero, su incidencia para la planeación del territorio, realizado en Armenia.
“Requerimos de soluciones inmediatas que permitan resolver la gravísima afectación del sector constructor”, sostuvo la arquitecta Patiño, miembro de Camacol Quindío, una de las entidades organizadoras del foro. Anunció la intención “de poder construir entre todos una propuesta que facilite la comprensión de nuestro territorio y la intervención por parte de todos los actores buscando un desarrollo sostenible desde lo ambiental, social y económico. Que podamos entender cómo es esa ciudad que queremos, ese departamento que soñamos y que trabajemos armónicamente para lograrlo”.
La profesional expresó la preocupación de los constructores de la región por la decisión de un juez de suspender dos artículos del Plan de Ordenamiento Territorial, lo que tiene paralizada la industria de la construcción en Armenia. “Nos preocupa profundamente que las acciones judiciales interpuestas frente a unos artículos del Plan de Ordenamiento Territorial, en pocas semanas hayan logrado efectos terribles para el presente y futuro de nuestra industria”.
Dinamizador de la economía
La arquitecta Patiño explicó con cifras la importancia de la construcción en la economía regional. “El sector de la construcción es un gran dinamizador de la economía nacional y el Quindío no es ajeno a esta realidad, las cifras que suministra Camacol evidencian la importancia que este reglón tiene y la necesidad que hay de entender este problema y brindar soluciones prontas. Mientras que en el promedio nacional el empleo que genera la actividad constructora es del 6%, en el Quindío es del 19% en una región que ocupa los primeros lugares en desempleo. Es decir, que una de cada 5 personas tiene que ver con la construcción en el Quindío; la construcción produce el 15,8% del PIB del departamento, encadena 26 subsectores entre ellos: agregados pétreos, volqueteros, maquinaria, mano de obra, contratistas, profesionales independientes de la ingeniería, la arquitectura, la topografía y otros, servicios técnicos en general, ladrilleras, industria metal mecánica, muebles, servicios financieros, etc.”, sostuvo la dirigente gremial.
Subsidios del gobierno
Recordó la dirigente de Camacol que es a través del sector de la construcción que se canalizan los subsidios del gobierno: “Es el sector de la construcción el que permite canalizar los subsidios que el gobierno brinda a las familias para la construcción de su vivienda, que es el bien más preciado de los hogares. La construcción contribuye al mejoramiento de la calidad de vida de los hogares y a la construcción y desarrollo de las ciudades”.
Reconoció la importancia de los planes de ordenamiento territorial, pero advirtió sobre la falta de indefinición de estas reglas en Armenia. “Somos conscientes de la importancia que para las ciudades colombianas tiene el Ordenamiento Territorial, sobre lo valioso que han sido los POT como instrumentos técnicos y normativos de planeación y gestión de largo plazo, como conjunto de acciones y políticas, administrativas y de planeación física, que orientan el desarrollo del territorio municipal y que regulan la utilización, ocupación y transformación del espacio físico urbano y rural. Así mismo consideramos que los POT constituyen ese pacto social que una población define y que rige su accionar. Por ello nos preocupan inmensamente las decisiones judiciales que puedan tomarse frente a los artículos del POT, pero mucho más nos preocupa la indefinición y la falta de reglas claras para actuar”, precisó la señora Patiño.
Al final, la dirigente gremial pidió al gobierno y a los asistentes al foro, definir sobre la delimitación de las Rondas Hídricas que hoy nos rigen, sobre los diferentes estudios que se requieren realizar para el desarrollo de nuestra ciudad y conocer cómo deben ser los lineamientos para armonizar la declaratoria del paisaje cultural cafetero con el Ordenamiento Territorial. Estas son, sostuvo, necesidades apremiantes que no dan espera. “Nuestro reto como empresarios y ciudadanos es trabajar por el desarrollo de la ciudad y para ello debemos estar unidos procurando lo mejor para todos”, sentenció.