Por Marco Horacio García
Inusual espectáculo se pudo apreciar ayer en la mañana en los cielos del Quindío. Con reportes desde Cocora, Armenia y el Caimo se observó el paso migratorio de dos especies de rapaces: Gavilán aliancho (Buteo platypterus) y el gavilán de Swainson (Buteo swainsoni). Sus rutas migratorias boreales comprenden desde el Canadá y Norte de USA, el primero, y norte de México hasta Argentina, el segundo, hasta donde llegan a pasar el verano austral.
Han aprovechado la primavera y el verano del norte para aumentar sus reservas de grasa, combustible necesario para emprender ese vuelo épico de miles de kilómetros, proeza impulsada por esa 'brújula' que las lleva a seguir rutas y reconocer lugares viajando en grandes bandadas. Sus largas plumas y fuertes músculos pectorales cuentan con una especial irrigación sanguínea que produce y usa energía eficientemente para soportar las duras condiciones de un viaje intenso en horas y distancia.
A pesar de conocimientos avanzados en los mecanismos asociados a las migraciones, estas siguen siendo uno de los fenómenos más misteriosos y fascinantes del mundo animal.
Es muy posible que en esta misma semana podamos observar en los cielos de Armenia y del Quindío en general, nuevas bandadas de este tipo de aves.