Cuando nos encontramos de frente con la realidad de que somos personas transgénero, la vida se nos complica en muchos, por no decir que en todos los aspectos. Para empezar, en el ambiente familiar, o con las personas cercanas llámense amigos o conocidos, compañeros de trabajo, etc. En cualquier caso, hacer la transición de hombre a mujer a cualquier edad es traumático, pero en el presente artículo tomaré mi vivencia particular como ejemplo.
La familia se opone a mi cambio cuando se entera, como mecanismo de protección, en todos los aspectos, pues aunque no sea una familia famosa o reconocida a nivel regional ni mucho menos nacional, como buena familia costumbrista y católica quiere mantener su reputación, y el hecho de que uno de sus hijos varones quiera hacer un cambio tan profundo y evidente, no ayuda para nada en este propósito. De otro lado también la familia es consciente de que un paso tan definitivo como este cierra las puertas en casi todos los campos, en especial en el laboral, por el prejuicio de la mala imagen que sería para una empresa alguien como yo, esto obviamente se traduce en dificultades económicas que afectarán de una u otra forma a toda la familia.
En mi caso particular, este punto ha sido bastante traumático, pues desde muy joven me acostumbré a trabajar, a tener mi propio dinero, mis propios recursos, asumí la obligación en mi casa, estudié, conseguí mis cosas gracias a mi trabajo, y en solo un momento perder esta opción solo por mi decisión de cambio de género, no es algo que se pueda tomar a la ligera. He intentado abrirme espacio en varios oficios, todos por mi cuenta o laborando con personas cercanas que respetan mi opción de vida, pero no he logrado estabilizarme, las dificultades no se han hecho esperar.
esta situación han llegado la depresión, el desánimo, la desilusión, se pierden las ganas de vivir, los sueños se alejan y se desvanecen, nada parece tener sentido. Es en este momento donde se hacen necesarias algunas ayudas o apoyos que nos saquen de esta etapa anímica adversa.
Para empezar, el apoyo familiar es muy importante, pues aunque la familia no esté de acuerdo con mi cambio, y aunque para ellos sea traumático y bastante difícil de entender que el hombre que conocieron durante tanto tiempo ya no está, y que en su lugar hay una mujer de apariencia confusa e indefinida, llega el momento en el que aceptan este cambio aunque sea a regañadientes. Así me ha pasado a mí, mi familia apenas asimila mi cambio y aunque no lo aprueben del todo, me siguen dando su apoyo, y más importante que su escaso apoyo económico ha sido el apoyo moral, y eso es lo que no me ha dejado hundir en la depresión y el desánimo.
Por otro lado, los pocos amigos que tenía tomaron distancia cuando se enteraron de mi decisión, me quedaron dos, que aun no lo aprueban del todo, pero que al igual que la familia, su apoyo, aunque sea mínimo también ha sido muy importante, pues ayuda bastante el poder hablar franca y abiertamente con alguien sobre este cambio que se está viviendo, y nadie mejor que un buen amigo o amiga que nos conoce desde bastante tiempo.
También ha sido muy importante el acompañamiento psicológico, yo diría que fundamental, pues este es un cambio profundo en todos los aspectos, en especial en el interno, me ha ayudado a superar algunos de tantos miedos que tengo, me ha ayudado a aceptarme como soy, a actuar de manera asertiva, a no avergonzarme de ser quien soy, aunque siento que todavía falta mucho camino por recorrer en este proceso de autoaceptación, en especial en la parte de las relaciones interpersonales, que aunque en muchos momentos no parezca, son parte importante en la vida de cualquier persona.
Es también muy importante destacar que el tener un oficio, empleo, labor que nos devengue algún salario o retribución económica es una parte fundamental tanto para ir avanzando paso a paso en nuestro proceso de cambio, como por salud mental, pues estar ocupado y ganar algo de dinero para cubrir nuestras necesidades y obligaciones, nos aleja de la depresión y el desánimo. Lastimosamente para la gran mayoría de personas trans, el único oficio accesible es el trabajo sexual, y las que no nos sentimos atraídas por esta labor, ni tenemos la necesidad de hacerla, tenemos la opción de buscar empleo en el área de belleza, pero si no tenemos conocimientos sobre esta, o contacto con personas que tengan sus propias empresas de belleza y nos puedan capacitar o emplear, no podemos contar con esta opción.
De igual manera, el uso adecuado del tiempo libre puede convertirse en una gran ayuda para mantener nuestros ánimos estables y alejarnos de sentimientos negativos. El ejercicio físico al ir a un gimnasio, o el hacer actividades deportivas ya sea solo o en compañía de amigos ayuda bastante a ocupar la atención y no pensar en las cosas negativas o los inconvenientes que encontramos en nuestro proceso de cambio.
También el hacer actividades que nos gustan nos ayudan a sentirnos anímicamente bien, ya sea leer, ver un buen programa de televisión, escuchar la música que nos gusta, practicar algún arte u oficio, manualidades, investigar en internet algún tema de nuestro interés, las opciones son muchas. Es muy recomendable el estudiar, el capacitarse en algo que nos llame la atención, en algo que no nos dé pereza, que ojalá nos apasione. Esto sirve tanto para mantener la mente ocupada en cosas positivas, como para nuestro crecimiento personal, y también para cambiar al menos un poquito la imagen negativa que las personas tienen sobre nuestra comunidad.
Ya para finalizar, la principal ayuda que podemos tener en nuestro proceso de cambio es el acceso al tratamiento hormonal y estético con especialistas acreditados, pues en nuestro caso, la apariencia física es fundamental y definitiva para fortalecer nuestra autoestima y afirmarnos en nuestra identidad de género, pero lastimosamente muchas no tenemos esa opción por el momento, pues estos procedimientos son considerados por el sistema de salud oficial como algo estético, y por sus altos costos no los cubre, este será un tema que trataré más adelante.
Finalmente hay que comprender que este proceso de cambio de género es un camino bastante largo y difícil de recorrer, lleno de inconvenientes y de obstáculos, y aunque cada caso es muy particular, algo que cada quien vive de una manera muy específica, no podemos prescindir de algunas ayudas como las nombradas en este artículo, ya queda a la decisión de cada quien escoger las que más se acomoden a sus intereses.