Lucía González, en la Comisión de la Verdad

10 noviembre 2017 6:32 am

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​​​De las once personas escogidas para la Comisión de la Verdad, en el marco del fin del conflicto con las Farc, una de ellas ha sido muy cercana al Quindío. Se trata de la arquitecta Lucía González, que dirigió toda la parte social en la reconstrucción del Eje Cafetero, a través del Forec, y con motivo del terremoto de 1999.

Es natural de Antioquia, pero con fuertes vínculos con el Quindío.  Su carrera ha estado orientada hacia la reconstrucción del tejido social. Trabajó con la oficina del Alto Comisionado construyendo fortalezas para la paz en los territorios, en pedagogía de los Acuerdos y en la Secretaría del Consejo Nacional de Paz, así como en la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas entre otras. 

"Conozco a fondo el conflicto, los acuerdos pactados en la Habana, los mecanismos de justicia transicional. Creo en la posibilidad de reconciliación del país, sí hay verdad y si a ésta le sigue una reflexión sobre las causas estructurales que nos impiden vivir en comunidad", dice la arquitecta en el texto que presentó a la comisión que la escogió. 

Lucía González dice en el documento que presentó a la comisión que la eligió: “Me he formado moral e intelectualmente toda la vida para asumir una responsabilidad como esta. Y he tenido suficientes experiencias que me permiten reconocer la realidad profunda de este país, muy de cerca. Mi proyecto de vida ha estado relacionado siempre con construir condiciones que contribuyan a hacer de Colombia un país en el que podamos vivir en paz, a partir fundamentalmente de tres premisas: respeto y valoración de la diferencia, profundización de la democracia y justicia social, desde todos los cargos que he desempeñado, relacionados con la cultura y la incidencia en transformaciones sociales; en cargos del sector público, social, privado y como asesora independiente: En la resolución de conflictos sociales y armados, sin ser víctima, en los años 80 y 90 en Medellín (milicias urbanas y narcotráfico); procesos de paz con bandas urbanas; acompañamiento a proceso sociales contra la guerra; visibilización y reflexión de los conflictos sociales y armados, desde exposiciones, teatro y agendas académicas. Procesos de reconstrucción de tejido social de comunidades afectadas luego del terremoto del eje cafetero y del fenómeno del niño. Hice parte de la UARIV parte e hice parte del diseño institucional y museológico del Museo de la Memoria en Medellín y luego fui su directora, lo que me permitió acercarme a las víctimas y perpetradores. Trabajé con la oficina del Alto Comisionado construyendo fortalezas para la paz en los territorios, en pedagogía de los Acuerdos y en la Secretaría del Consejo Nacional de Paz.

Conozco a fondo el conflicto, los acuerdos pactados en la Habana, los mecanismos de justicia transicional. Creo en la posibilidad de reconciliación del país, sí hay verdad y si a ésta le sigue una reflexión sobre las causas estructurales que nos impiden vivir en comunidad. Tengo formación moral e imparcialidad para contribuir con buen juicio a este importante escenario hacia la paz”.

Las otras diez personas que fueron escogidas para integrar el grupo de once en la Comisión de la verdad son: Francisco de Roux, Saúl Alonso Franco Agudelo, Carlos Martín Beristain, Alejandra Miller Restrepo, Alfredo Molano Bravo, Carlos Guillermo Ospina, Martha Ruiz, María Ángela Salazar, María Patricia Tobón y Alejandro Valencia Villa.

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