Efe / EL QUINDIANO
ONU reclamó hoy medidas ante los repetidos asesinatos de líderes sociales y de antiguos miembros de las FARC en Colombia y acciones para responder a la difícil situación económica que viven los exguerrilleros desmovilizados.
"Desafortunadamente, los trágicos asesinatos de líderes sociales continúan", dijo el enviado de la organización al país, Jean Arnault, en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El diplomático francés puso como ejemplo la muerte durante el pasado fin de semana del responsable de un plan para el reemplazo de cultivos de coca y sus dos hijos en el departamento de Cauca.
Según Arnault, el hecho de que esa persona trabajara en un programa impulsado por el Gobierno y que es parte del acuerdo de paz muestra la "falta de vergüenza de los asesinos" y la "necesidad apremiante de movilizar a las instituciones del Estado para la prevención y persecución de estos crímenes".
El representante de la ONU dijo que la organización está a la espera de la publicación del plan de acción que preparan las autoridades colombianas para frenar este tipo de asesinatos.
Según un informe de la Fundación Ideas para la Paz, en los ocho primeros meses de este año fueron asesinados en Colombia 93 líderes sociales, un fuerte aumento con respecto a años anteriores.
También preocupan a Naciones Unidas los asesinatos de excombatientes de las FARC, que ascienden ya a 74 desde la firma de la paz, afirmó Arnault.
Todos ellos han tenido lugar fuera de las zonas de desmovilización donde muchos antiguos guerrilleros han recibido protección, apuntó el enviado, que consideró fundamental que las medidas puestas en marcha para garantizar la seguridad fuera de esas áreas comiencen a tener efecto.
Arnault alertó además en su discurso ante el Consejo de Seguridad de la falta de avances en la reintegración económica de los excombatientes.
El diplomático dejó clara la preocupación de la ONU por la falta de posibilidades de trabajo de muchas de esas personas y recordó que la mayoría de ellas "no tienen más perspectiva económica que el estipendio mensual que reciben y que terminará en agosto del próximo año".
En ese sentido, el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, dijo que el Gobierno de Iván Duque quiere un nuevo enfoque que permita "recuperar el tiempo perdido" y cumpla con las expectativas de los desmovilizados.
"La incorporación social y económica de los desmovilizados constituye uno de los centros de gravedad de implementación del Acuerdo Final y el Gobierno nacional es consciente de ello", recalcó.
El titular colombiano de Exteriores reiteró además el compromiso del nuevo Ejecutivo a seguir adelante con la implementación de los acuerdos de paz pese a las dificultades.
Los quince países del Consejo de Seguridad, mientras, recalcaron también su disposición a que la ONU siga respaldando el proceso.
El pasado 13 de septiembre, el Consejo ya aprobó la continuidad por un año más de la misión de Naciones Unidas que se encarga de verificar el acuerdo.