El ciclismo colombiano vivió su fiesta en Boyacá con su ídolo Nairo Quintana

2 diciembre 2018 4:38 pm

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Ríos de ciclistas inundaron las carreteras del departamento de Boyacá, en donde se dieron cita para participar en el Gran Fondo de Nairo Quintana y, de paso, admirar los exhuberantes paisajes de esta región de Colombia, cuna de grandes ruteros.

Los competidores, todos vestidos con la camiseta del Movistar, el equipo de Nairo, llenaron de calor humano los alrededores del Lago Sochagota, lugar elegido para dar inicio a esta fiesta del ciclismo.

Y es que las casi 2.000 almas que asistieron blindaron el encuentro contra el frío mañanero propio de esta parte del país y que los lugareños combaten con ruanas elaboradas por las manos expertas de artesanos que convierten la lana de oveja en originales piezas de una variada paleta de colores.

Las hubo blancas, cafés, rosadas y rojas, estas dos últimas en recuerdo de las camisetas de campeón logradas por Nairo en el Giro de Italia en 2014 y la Vuelta a España en 2016.

El primer gran momento fue la aparición de Nairo en la tarima en donde fue recibido con aplausos y voces de "viva campeón" en medio de música carranguera, aire de origen campesino que popularizó el maestro Jorge Velosa, en los años 70, conocido en la altiplanicie cundiboyacense.

Hubo más aplausos cuando subió a la tarima Égan Bernal, una de las más prometedoras figuras del ciclismo colombiano enrolado en la poderosa formación del Sky capitaneada por el británico Chris Froome, cuádruple campeón del Tour de Francia, y Geraint Thomas, actual rey de esta carrera.

Antes de que comenzara la prueba hubo tiempo para muchas selfis en las que Nairo se multiplicó para aparecer en una y otra, aunque las más aplaudidas fueron aquellas en las que Nairo y Égan se tomaron con ciclistas paralímpicos, que también tomaron parte en el recorrido que finalizó en el Pantano de Vargas.

Nairo y Egan, micrófono en mano, al igual que Winner Anacona, compañero de Quintana, fueron los encargados de animar y dar la salida de los participantes en las diferentes categorías.

Ya en la carrera, los lugareños se apostaron al lado y lado de la carretera para ver pasar al "campeón", que a lo largo del recorrido se tomó selfis con los participantes y con los espectadores que agitaban banderas de Colombia y de Boyacá.

Y aunque algunos no alcanzaron a ver a las estrellas, hicieron acto de fe de que por allí pasaron Nairo y compañía.

Según sus habilidades y nivel de preparación los participantes hicieron recorridos entre los 60 y los 145 kilómetros a lo largo de los cuales, como en toda carrera, hubo pinchazos, inconvenientes mecánicos y, claro, caídas en las que más de uno dejó piel en el asfalto.

La seguridad de la carrera estuvo a cargo de 1.000 policías y 600 soldados del Ejército que hicieron una demostración con expertos en acrobacias aéreas.

También fue centro de atención el MI-17, el helicóptero utilizado en la "Operación Jaque" del Ejército colombiano en la que el 2 de julio de 2008 fueron rescatados en las selvas del departamento del Guaviare la excandidata presidencial Íngrid Betancourt, tres contratistas estadounidenses y once militares y policías colombianos que estaban secuestrados por las FARC, ahora convertido en partido político.

Pasado el mediodía y con un sol que se dejaba sentir en todo su esplendor se cerró el evento, que para el año entrante promete vincular a más deportistas y personas del común que se identifiquen con el ciclismo.

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