Por Néstor Ocampo
Ayer, 11 de marzo de 2020, se cumplieron 45 días de ocurrido el derrumbe que interrumpió la vía en la vereda El Crucero de Calarcá afectando de muchas maneras la vida de más de 1.000 campesinos de varias veredas de Calarcá y Salento.
Lo que se derrumbó allí fue uno de los taludes de contención del vaso Las Azucenas del basurero Villa Karina de la empresa MULTIPROPÓSITO de Calarcá. Y con ese talud se derrumbó también una planta para tratamiento de lixiviados que, por fortuna, no estaba en uso. La responsabilidad es de la empresa pero hasta el momento no ha hecho casi nada para ayudar a resolver el problema que ella misma generó.
Las labores para abrir la vía, que han sido muy demoradas, han corrido por cuenta de la Gobernación del Quindío y el Ejército Nacional. Hoy abrieron la vía, pero lo que hicieron allí, en buen castellano, fue una CHAMBONADA. Solo retiraron el material mínimo para abrir paso a vehículos pequeños y personas que ahora deben pasar en medio de dos taludes inestables CON MUCHO RIESGO. Ojalá no ocurra una desgracia.
Ahora esas labores se han detenido porque la empresa cerró las puertas de Villa Karina, a donde se estaba llevando el material de derrumbe, dice que no recibirá más material allí. Es inadmisible esa actitud, como inadmisible también ha sido la tolerancia y permisividad de las autoridades con la empresa causante del problema.
El problema sigue después de 45 días para los campesinos del sector. Y sigue pendiente, también, que la empresa pague por los daños e indemnice a la comunidad campesina por los perjuicios que le ha causado en estos 45 días y en los pasados 18 años con ese basurero.