El abogado penalista quindiano Horacio Gómez Aristizábal criticó la decisión del Congreso de la República de aprobar la pena vitalicia de cadena perpetua, indicando que es inoperante.
Gómez Aristizábal y un grupo de juristas colombianos enviaron una carta abierta a la ministra de Justicia Margarita Cabello Blanco, rechazando lo acordado en el Congreso con el argumento de que la pena vitalicia de cadena perpetua y pena de muerte la han rechazado 99% de países del mundo por inoperante.
Dice el abogado Gómez: “El mayor generador de delitos, es la cárcel por la explosiva congestión de presos. El 99% de los países del mundo han rechazado tanto la cadena perpetua, como la pena de muerte por absolutamente ineficaz e inoperante en la realidad. El actual Código Penal castiga de 30 a 50 años esos crímenes. Que más pena perpetua que esta”.
Los abogados también argumentan: “Todos los tratadistas de derecho penal dicen que la importancia de la pena no está en la drasticidad o extensión sino en la eficacia. Para la cadena perpetua y la pena de muerte, se sigue tal cantidad de pruebas, que por deficiencia investigativa, jamás permite que se cumpla”.
Los juristas también dicen a la ministra Cabello Blanco que si Colombia tiene cárceles construidas para 80 mil presos, “en este momento tenemos 150 mil amontonados como animales salvajes. La corrupción y la crueldad son escalofriantes, en estas condiciones de prisión”. Y explican: “De cada 10 crímenes, 8 los comenten reincidentes. Esta es la maestría con que en el ambiente carcelario se capacita a los presos, que, de 10 delitos, 8 los comenten exreclusos”.
Anota el documento a la ministra que es impresionante el ambiente contradictorio que opera en el Congreso. “Hace poco se dictó una ley para descongestionar a la cárcel con 8 mil detenidos, y en el mismo año tuvieron que dictar una ley, aclarando que no podían ser excarcelados los que tenían condición de extraordinaria peligrosidad”.
El comunicado de los juristas termina con el siguiente comentario: “Cuando un atracador, le arrebata la cartera a una dama, todo el mundo grita ¡cójanlo! Y cuando el policía lo lleva ante el juez, la misma población dice ¡suéltenlo!, esa es la triste realidad de nuestro parlamento”.