Por: José Gustavo Hernández Castaño
De manera parecida a lo que se dio en el país, en el Quindío, en cuanto a cifras electorales, se expresó la tendencia del comportamiento electoral de los ciudadanos, no así, en cuanto los resultados de las curules en la Cámara de Representantes por el Quindío.
Un análisis puntual, detallado, objetivo, nos dará las razones explicativas del comportamiento electoral de los Quindianos, en las elecciones pasadas del 13 de marzo.
Veamos. En cuanto a cifras, los partidos del establecimiento, los que han ostentado el poder en los últimos veinte años, descendieron de manera considerable en sus guarismos electorales. El partido liberal en 2.022 obtuvo 38.133 votos, disminuyendo en 24.752 votos, si se compara con los obtenidos en 2.018 (62.885 votos). Cambio Radical, continúa su caída en barrena, 2.014 (59.546 votos); 2.018 (39.660 votos); 2.022 (33.907 votos), disminuyendo en 25.639 votos. Situación parecida le ocurrió al Centro Democrático, descendió 19.074 votos; 2.018 (39.446 votos) y en 2.022 (20.586 votos). El MIRA, en 2.018 (24.468 votos); 2.018 (18.165 votos) en coalición con otros movimientos. El partido de la U, en 2014 (25.941 votos); 2.018 (3.118 votos); y en 2.022 (12.898 votos).
Por el contrario, los partidos alternativos, aumentaron de manera ostensible su votación. El polo de 3.462 en 2.014 pasó a 6.749 como Centro Esperanza. La Alianza verde de 2.947 en 2.018, pasó a 10.831. el Nuevo Liberalismo, después de muchos años de no estar en la escena política obtiene 5.078 votos. El Pacto Histórico, la revelación en estas elecciones, obtiene 28.245 votos, los cuales, no le pertenecen, a su única candidata, pues, son de la coyuntura, de la marca (Pacto Histórico).
Los resultados, los tozudos hechos, dos Cámaras para el Partido Liberal y una para Cambio Radical. Partidos que descienden en número de votos, ascienden o se mantienen en el número de curules en Cámara de Representantes.
Lograron estos resultados porque sus estructuras políticas les permiten depender más, electoralmente, del voto maquinaria, menos, del voto de opinión, y les hace menos vulnerables al voto castigo.
El partido Liberal configuró su lista (unificada) con tres candidatos enfrentados y con diferencias evidentes, pero, todos debían aportar votos para lograr el umbral. Cambio Radical, conociendo sus debilidades, configuraron una lista cerrada para facilitar la pedagogía electoral y para tener mayor control de su lista y de su maquinaria electoral. Ambos partidos se alimentaron del constreñimiento electoral, y el uso indebido de los recursos del erario público, del cual hicieron uso, para contratar personal al servicio de sus campañas.
Por el contrario, los partidos alternativos, los del voto de opinión, nunca entendieron que para lograr curules, lo primero es pasar el umbral, no pudieron resolver sus liderazgos individualistas, no fueron capaces de llegar a acuerdos, mucho menos, sacar lista unificada de coalición. Luego de conocidos los resultados electorales, la tozuda realidad los golpea sin piedad. Un gran sentimiento de culpa, de rabia, de tristeza, de impotencia, se entrecruzan, en sus análisis: “lo que pudo haber sido y no fue”. Una expresión coloquial que enfrenta la imaginación y la realidad, lo posible de realizar, lo potencial en determinado contexto, y lo que se da, realmente, luego de que ocurren los hechos. Teniendo todo para ganar, para ser exitosos en lo electoral, se diluyeron en varias listas, incluso listas con un solo candidato, demostrando su inexperiencia y su ingenuidad en el ejercicio político. Dispersaron su votación, la que, de haber logrado mínimos consensos, hubiesen podido lograr 50.000 votos, o muchísimos más (no se trata de una simple sumatoria, atendiendo a los resultados de cada uno por separado). Una curul segura, con serias posibilidades de dos (quemando, de paso, la lista de Cambio Radical), produciendo un verdadero remezón en lo electoral y sentando bases sólidas para ganar el poder local en las próximas elecciones.
A los partidos alternativos, o nuevos, se les olvidó que el voto independiente, autónomo, libre, es muy sensible al comportamiento de los líderes políticos; se expresa con contundencia, pero, es claro que, para encausarlo, hay que dar muestras de un liderazgo coherente y que ese liderazgo sea alternativa de poder. Se les olvidó, o nunca lo imaginaron, que es necesario marcar un nuevo rumbo, una nueva tendencia en lo político-electoral.
Otra enseñanza de los guarismos electorales es la que hizo aterrizar a varios candidatos, también, a varios partidos. En el mundo soñado, imaginario, en el que estuvieron en campaña, creían poseer mayor número de votos, y los obtenidos, los golpeó con fuerza, haciéndolos despertar y volver a la realidad.