Por Jhon Jairo Hernández
Conocí a Eliecer Santanilla, desde que tenía la agencia de comunicaciones Cuarto Poder, cuando asistí en compañía del candidato a la alcaldía de Armenia, el ingeniero Orlando Mosquera, que entonces yo acompañaba en su aspiración electoral en el año 2015, el tema a tratar era, ¿cómo mejorar la forma en que el candidato transmitía su mensaje a sus electores?, desde esa reunión, surge una amistad intelectual, ya que me facilito un libro que aún conservo del consultor argentino Mario Riorda titulado “Ey las ideologías existen”, fue a partir de este autor que empecé a acercarme a los temas de comunicación política.
Sin duda quienes conocimos a Santanilla sabemos que era un genio-loco, como lo han sido tantos, donde se debatía siempre entre una vida bukowskiana y otra de erudición en temas de comunicación política y gubernamental, sin embargo, luchaba constantemente en contra del arquetipo que Jung denomino como “la sombra”, esos contenidos del inconsciente, que al negarlos, terminan por manifestarse en el consiente con mayor intensidad, y se terminan sublimando a partir de distintas formas, esto era lo que quizás más complicaba la vida de Santanilla. Había sido un niño hijo de un mecánico, que la elite Quindiana siempre vio con temor, no era de su clase, no tenía un apellido rimbombante, y a pesar de eso se convirtió en uno de los consultores políticos más importantes del departamento y se codeaba con la crema y nata de ese sector a nivel nacional debido a su enorme capacidad intelectual.
En muchas de nuestras conversaciones se trataban, distintos temas; abordamos tópicos sobre: literatura, ciencia, arte y por supuesto autores de comunicación política, lo que más lo apasionaba en la vida. En estas charlas, una vez surge una pregunta, yo le manifesté “Oiga Eliecer porque los cargos más importantes de este departamento están en manos de los más mediocres”, a los segundos respondía Charles Bukousky decía “El problema con el mundo, es que las personas inteligentes, están llenas de dudas, mientras los tontos están llenos de confianza”, y con eso se ponía punto final a la pregunta.
A diferencia de lo que creen muchos, Santanilla no solo era hedonista, era conocido que le gustaba la buena vida: licores caros, visitar buenos restaurantes, sino tenía unos refinados gustos intelectuales que guardaba con celo, uno de ellos era la opera de la cual tenía una importante colección musical en su apartamento, cuando le indague porque tenía ese gusto, me contó la historia de que, siendo niño, entro al cine a ver la flauta mágica de Mozart, como era tan pobre, le toco colarse, y en ese evento estaba lo que en su momento era la crema y nata de la clase alta de Armenia y el Quindío, yo le replique y le conté que esa opera era mi favorita, porque trataba los aspectos sombríos de la vida, el transito del mundo sensorial al encuentro con la muerte, todo en el marco de la búsqueda de la trascendencia humana, y de esa forma surge una tertulia sobre los aspectos ocultos de la ópera, su relación con los 24 arcanos mayores y lo que Jung denomino como los arquetipos, o también llamadas ideas primordiales.
Esta ópera de Mozart se divide en dos actos, donde el más importante es el segundo, donde aparece la reina de la noche, donde esta le ordena a su hija pamina, matar al rey sarastor, y de ello se deriva una compleja trama sobre el viaje de la vida, la búsqueda del camino iniciático de su protagonista, mostrando con esta puesta en escena, el interés de este magistral compositor por el mundo de lo oculto.
Otra de las pasiones de Santanilla era el cine, conocía a la perfección los elementos de un guion cinematográfico, identificaba fácilmente en una película los elementos semióticos, la paleta de colores, la intensión del director a la hora de construir la trama, sobre la cual los personajes dan vida a la historia, conocía las diferentes escuelas de cine, tenía en su haber una lista de directores de cine de culto, directores tales como: Ingmar Berman, Román Polanski, Francis Ford Coppola, Quentin Tarantino, Terrence Malick, Pedro Almodóvar, por citar solo algunos, en este tipo de películas el interés del director más allá de entretener, buscan dejar impreso un sello indeleble en quien las vea, obras como el séptimo sello, hacen reflexionar sobre cuestiones existenciales, y aunque es una película de los años 50, sigue vigente más ahora que nunca, ya que trata de la peste negra en Europa, y recientemente vivimos una pandemia mundial que está en su fase final según los expertos.
Meses antes de que se diera el fatídico asesinato del periodista Santanilla, este había sido invitado como conferencista a la XVII Cumbre Mundial de Comunicación Política, realizada en la ciudad de Monterrey México, los días 21,22, y 23 de septiembre de 2021, en este magno evento el consultor político Quindiano, compartió tarima con personalidades tales como: Daniel Ibuskas, Clara Villareal, Ángel Beccassino, Yago de Martha, Vania de Dios, por citar solo algunos.
Su ponencia fue el tercer día y tuvo una duración de 30 minutos, la cual se tituló “ El poder de la conversación”, la tesis central de la misma, fue poner en duda la tesis, de que en la comunicación política de hoy, es lo digital lo más importante, dejando en un segundo lugar la interacción social, lo que afirmaba Santanilla era todo lo contrario, y eso se evidenciaba con los impactos generados en la vida cotidiana, en los seres humanos debido al confinamiento al que fue obligado el mundo, por cuenta del SARS-COV 19; su presentación fue disruptiva, se apartaba, de la línea trazada por el intelectual Yuval Noah Harari, que en sus diversos libros, convertidos en betseller mundial, lo convirtieron en un referente intelectual del mundo, donde este autor anunciaba un mundo gobernado por la tecnología, donde las interacciones sociales, eran remplazadas por lo que se conoce hoy como presencialidad mediada por la tecnología.
Santanilla estaba en su mejor momento, tanto profesional como personal, ya que recientemente había tenido un bebe, y esto le había dado un nuevo propósito de vida, por eso la noticia de su asesinato conmociono a las personas que lo conocíamos, ya que incluso estaba adelantando contactos con agencias de consultoría política argentinas, para desarrollar proyectos en conjunto, todo esto terminó cuando de forma inexplicable, cuando le cegaron la vida ese fatídico martes 14 de diciembre de 2021.
Cuando lo asesinaron, sus enemigos en el gremio del periodismo “que eran muchos” salieron a tratar de minimizar su asesinato, al afirmar que era un borracho, y cocainómano, con esto buscaban generar una demonización para restarle importancia a su vil asesinato, estos faros de la moral, trataron de usar los periódicos en que trabajan, para cobrarle a un muerto, aquello que no le pudieron hacer en vida, ya que su odio radicaba en que intelectualmente era superior, a esos que en el departamento posan de consultores políticos y estrategas, cuando lo único que saben hacer es, manejar perfiles falsos y valerse de bodegas para generar tendencias en redes sociales en contra de personas, y por eso siempre le tuvieron envidia, y entonces cuando se dan cuenta de su muerte, pensaron que era el momento de vengarse, y quizás lograr desprestigiarlo antes de que su cuerpo entrara al inframundo.
El crimen:
Los hechos ocurrieron al parecer el 14 de diciembre de 2021, donde el fiscal del caso en la audiencia de legalización de captura del único imputado por el homicidio, un conocido productor musical del departamento del Quindío, capturado bajo la modalidad de flagrancia en la escena del crimen, producto de los señalamientos que recibió de parte del único testigo presencial del hecho criminal.
Según declaro el fiscal asignado al caso en la audiencia, la muerte de Santanilla fue producto de asfixia mecánica, es decir las vías respiratorias fueron obstruidas por una persona, valiéndose al parecer de sus manos, con esto descartaba de plano la manida tesis del supuesto suicidio, e incluso colocaba en tela de juicio la tesis esgrimida por la defensa del imputado, ya que la descripción que hace el fiscal sobre la manera en que muere Eliecer Santanilla, no muestra que el hombre que estaba en el piso, representara alguna amenaza para el homicida.
Dialogando con sus familiares, se pudo establecer que Santanilla llego el 13 de diciembre a su casa cerca de las 5:30 pm y saludo a su esposa, miro a su bebe en la cuna, entro al estudio y descargo unos equipos que tenía en la camioneta, y salió a cumplir una serie de reuniones de trabajo, y siendo próximamente las 7:30 pm le escribió a su esposa que un agente de tránsito, le había inmovilizado su vehículo, sin razón aparente. Luego según dijeron familiares (LA ESPOSA), pasaron unas horas y tipo 10:00 pm, paso por la oficina de Cristian Buitrago, dueño de Mazeratty Estudios, ubicada en el Mall Bulevar Niza, De acuerdo con la reconstrucción de esos momentos, al parecer llegó para concretar unos proyectos de audio. Y como es común en el trabajo audiovisual, el día no se diferencia de la noche, y entre copas y botellas llegó el amanecer. Tipo 7:00 am se dirigieron al apartamento de Buitrago y, a las 7:30 am, Santanilla le informó a su esposa dónde y con quién estaba.
Aquí es donde el caso se vuelve confuso y lleno de contradicciones, pues Santanilla y Buitrago llegan a la madrugada al apartamento, y siguen consumiendo licor, al parecer de la forma más normal y tranquila. Es en la tarde del fatídico 14 de diciembre que se generan múltiples versiones y cambios de testimonios de las personas que fueron testigos directos de los últimos minutos de vida del profesional de la Comunicación y el Periodismo Eliecer Santanilla.
Para empezar, Santanilla tenía una reunión a la 1:00 pm con un cliente para una asesoría en márketing digital y, sin embargo, no llegó a esa cita. Hecho extraño ya que era una persona muy responsable con sus negocios. Además, en la mañana había hablado con su jefe en la Empresas Públicas de Armenia, por lo que nada hacía suponer que no se encontrara –pese a la noche de tragos- en disposición de seguir con sus labores cotidianas.
Siendo las 2:11 pm la esposa, afirmo recibir una llamada del celular de Santanilla, cuando ella intento contestar la misma que fue colgada. Un minuto después la devuelve y fue desviada. Al repetirla, ya el aparato estaba apagado. Ante eso, surgen una serie de interrogantes: ¿quién en ese apartamento tenía el celular de Santanilla?, ¿cómo lo desbloquearon ya que éste tenía clave y lectura de rostro?, ¿había alguien interesado en conocer las conversaciones que sostenía Santanilla con periodistas, políticos, y empresarios del departamento registrados en su móvil? Y lo más grave: su teléfono celular un IPhone hasta la fecha no han aparecido.
Para continuar acumulando situaciones turbias, a las 3:35 de la tarde el presunto homicida capturado por los hechos, se comunicó con la esposa de Santanilla y le dijo “en tono preocupado que Eliecer se cayó y se golpeó muy fuerte la cabeza y no tenía signos vitales”. Ella le replicó que no jugara así y él lo ratifica y cuelga el celular, ella no lo tomo muy enserio porque esta persona, sonaba tranquila, entonces ella pensó que eso era una broma de mal gusto, sin embargo, quedo pensando, ya que evaluó las extrañas llamadas que nunca fueron contestadas.
Siendo aproximadamente las 4:00 pm recibe una llamada del mismo sujeto y ya alterado, entre gritos y desesperado, se escucha que él dice a las personas que están en la habitación donde se había cometido el crimen “no dejen morir a mi amigo” y luego se colgó la llamada.
De forma extraña y casi al instante de esa llamada, un medio especializado en temas judiciales del departamento, publicó el siguiente titular “Eliecer Santanilla se suicidó, su cuerpo sin vida fue hallado en su apartamento ubicado en el barrio La Pavona de Armenia”. Luego, publicó por redes sociales que “Eliécer Santanilla se acaba de suicidar”. La noticia generó conmoción no sólo por la muerte del periodista sino porque el suicidio estaba descartado, primero porque Santanilla se encontraba en perfecto estado anímico y psicológico, además hacía pocos meses había tenido un hijo y Cuarto Poder, su empresa de asesoría en comunicaciones, se encontraba generando proyectos a nivel nacional. Motivos para quitarse la vida, dijeron familiares y allegados, no tenía.
Al darse la noticia, un periodista de un medio de comunicación minutos después, se trasladó al lugar de los hechos y exigió entrar al apartamento, allí él se percató de que el cuerpo de Santanilla tenía varios golpes en la cabeza y señales de violencia que no coincidían con un supuesto suicidio (Algunos medios comenzaron acciones desinformativas), quienes de forma temeraria y sin sustento seguían diciendo que había sido un suicidio. El Quindiano, de otro lado, fue el primer medio de comunicación, en anunciar que era un homicidio, echando por tierra la teoría inicial, pero quedan dudas, tales como: ¿qué explicación hay para que un medio especializado en lo judicial se fuera a equivocar y dar una versión ligera sobre un hecho que aún estaba siendo investigado?, ¿quién le dijo a ese medio que Santanilla se había suicidado si las autoridades no se habían pronunciado aún?, ¿tenía algún interés el medio de hacer parecer su deceso un suicidio?
Espejos y humo
Todo es confusión y desinformación, lo que enturbia más el caso y parece mostrar que hay más cosas tras el asesinato de Eliecer Santanilla. Entonces surge una hipótesis criminal ¡Se intentó acaso su asesinato como un suicidio para que el caso cerrara fácilmente y todo terminara, pues si hubiera caído a manos de un sicario, seria evidente la conformación de una empresa criminal para acallarlo?, ¿Había personas interesadas en acabar con la vida del periodista?
Otro hecho extraño es que el imputado por el homicidio, fue llevado a Medicina Legal por personal la Sijin, acusado ante la Fiscalía por un testigo (el compañero de apartamento) de haber asesinado al periodista en su apartamento supuestamente en una pelea con el mismo, Al momento de la conducción no tenía golpes en la cara ni en ninguna parte de cuerpo, según informó el fiscal del caso en la audiencia de legalización de captura. Como si fuera poco, el guarda de seguridad que sirve al edificio dijo, que cuando llegó a la habitación, ante el pedido de auxilio, aseguró a los agentes de la Sijin: “Buitrago no tenía señales de golpes en el momento al llegar al apartamento”.
La defensa del presunto asesino asegura que todo se debió a una lucha. ¿Lo extraño es que hubo una pelea donde uno solo recibió golpes (Santanilla) y quedo con signos evidentes de violencia en su cuerpo? Santanilla, a pesar de ser un hombre alto y fuerte, en su personalidad nunca evidencio ataques de rabia o violencia, aun bajo los efectos del licor u otras sustancias. Como si fuera poco, se ventilo como defecto mayúsculo su consumo de cocaína, algo común, en políticos del país, deportistas, artistas, empresarios, y es conocido que este usaba esta sustancia para aumentar su productividad; sin embargo, esto no afectaba su vida cotidiana, esta situación fue aprovechada hipócritamente para mancillar su nombre y demonizarlo ante la opinión pública.
Al revisar las fotos de la escena del crimen, el cuarto del presunto homicida, se ve en perfecto estado: es una habitación estrecha y pequeña, por la cama que ocupa casi todo el espacio, se ve al televisor en su lugar, las cosas en una repisa y hasta la cama se ve tendida. Si supuestamente en ese cuarto empezó una fuerte pelea no hay un solo rastro de violencia.
Como si fuera poco, el cuerpo de Santanilla, aparece fuera del cuarto, y muestra su ubicación que pudo ser arrastrado hacia la sala, en una posición extraña de rigor mortis y con la camisa levantada y el pantalón desacomodado. Presenta múltiples golpes en la cara, el cuerpo y con un mordisco en el brazo que no se alcanzó a coagular, lo que puede indicar que es una herida post mortem, lo que podría sugerir un intento de generar una coartada de presunta lesión de defensa.
Destaca que su rostro se ve calmado, sin rictus de dolor o esfuerzo al expirar, como si hubiera hallado la muerte mientras dormía, ausente de la vida que se le escapaba de forma absurda a manos de un sujeto que no tenía la fuerza para reducirlo o vencerlo en una supuesta pelea.
Supuestamente -según versión dada por el imputado en la audiencia-, la pelea se dio porque Santanilla tuvo relaciones sexuales con una prostituta en la cama de Buitrago y éste se molestó y le reclamó. Lo contradictorio es que para ingresar al apartamento se tiene que autorizar por sus residentes, algo que Santanilla no tenía la capacidad de hacer y paso siguiente debía ser anunciado por el vigilante por medio del citófono, a los residentes del mismo.
¿Quién autorizó el ingreso de esa mujer?, ¿tuvieron sexo en la habitación, donde estaba el presunto homicida, mientras eso ocurría?, ¿quién es esa mujer que tiene una blusa y no es del perfil de las personas con las que se relacionaba Santanilla?, esta persona quedo registrada en las cámaras de seguridad del edificio en el momento de ingreso y por la cámara del ascensor en el momento de salida, y se ve con cara de preocupación.
El testigo de los hechos, quien compartía apartamento, les confesó a las autoridades “yo escuché unos gritos y entonces entré a la habitación y el este Buitrago, tenía a Santanilla en el piso con sus manos en el cuello y yo le dije suéltelo que lo va a matar”. este negó a hacerlo y el testigo entonces bajó 13 pisos a pedir ayuda al portero (¿si tenía ascensor por qué usó las escalas si el tiempo apremiaba e iba a pedir auxilio?). El celador se negó a subir y más bien llamó al cuadrante. Cuando llegó la policía Santanilla estaba sin signos vitales y el homicida gritó: “Ayúdenme, mi amigo se cayó”. Decía el informe judicial, “un guardia de seguridad que tocó el cuerpo declaró que se encontraba frío”. O sea, no pudo estar recién fallecido si su temperatura corporal ya era inexistente.
En esta versión se presenta una contradicción, ya que el testigo afirmó haber visto cómo el presunto homicida, asfixiaba a Santanilla hasta fallecer, por lo que la afirmación de que se había caído era una mentira.
El presunto homicida, se presentó a la audiencia con ropa limpia: una camiseta blanca en perfecto estado y sin signos de violencia. Si fue capturado en flagrancia, ¿por qué tuvo tiempo de cambiarse de ropa?, ¿qué señales de lucha tuvo si no fue evidente ninguna marca que sustentara una pelea?
Aún hay muchas luces y sombras en este caso, no están claras muchas preguntas que se hacen periodistas amigos, no se puede entender cosas como, la noticia propagada rápidamente del suicidio, cuando apenas hacia minutos, los funcionarios de policía judicial, hacían la inspección a persona fallecida, y comenzaban a recolectar las evidencias de la escena del crimen.
Este caso aún se encuentra en la etapa de investigación, y lo único que exigen, tanto familiar, amigos, y allegados, es que se haga justicia y mientras tanto nos aseguramos que su nombre no sea olvidado, ni mancillado por los dueños del poder.
Siempre he estado dando, compartiendo y creando, nadie que se haya topado en mi camino se ha quedado rezagado.
Eliecer Santanilla