Ojalá que llegue el repechaje

24 marzo 2022 6:28 pm

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Por James Padilla

Esperé lo más que pude en el desarrollo del partido de Colombia con Bolivia para tener una referencia más concreta en mi comentario de hoy respecto de la clasificación de nuestro seleccionado al mundial de Qatar.

Cuando ya comenzaban a ponerse los rostros con rictus de angustia por las dificultades para superar la férrea defensa de Bolivia y volvíamos a pensar en dramas anteriores que tuvieron también como escenario el Metropolitano de Barranquilla, apareció la figura más fulgurante de los nuestros, el hombre de moda en el fútbol de Europa, el guajiro Luis Díaz, para poner fin a un larguísimo ayuno de goles de 684 minutos, con un soberbio remate cruzado por derecha.

Pensaba en un partido que acababa de ver horas antes entre Italia y Macedonia del Norte, en repechaje para el mismo certamen orbital; el varias veces campeón mundial, la azzurri gloriosa, caía en un partido increíble que dominó de principio a fin, con un gol terrible de las postrimerías del juego y que dejó por fuera del mundial catarí, una vez más, a la otrora favorita de todas las competencias europeas. Catástrofe para el calcio que así se quedaba por fuera, por tercera vez consecutiva del mas importante torneo del fútbol del mundo. Sorpresa sí, drama no. Creo que lo han tomado con calma, a pesar de lo que este deporte representa para un país que se precia de tener la liga más bella del planeta y que ha sido brillante protagonista en los campeonatos mundiales.

Aunque aún no terminaba el partido en Barranquilla y las esperanzas, aunque sean de un repechaje se mantenían intactas, pensando en la última jornada, es bueno reiterar que no obstante los intereses comerciales que también entran en el juego y el dolor que sienten los hinchas ante el peso de una hipotética eliminación, hay muchísimas cosas más importantes para Colombia en estos tiempos. Por ejemplo, las decisiones políticas que deberán tomarse en pocos días. Una oportunidad en la que los colombianos no podremos equivocarnos porque de lo que se trata es simple y llanamente el futuro de una Colombia de inequidades e injusticias. Un país que está necesitado de un cambio sí, pero un cambio que traiga beneficios para todos, no un cambio que nos vaya a empujar a un abismo profundo.

Y en el mundo hay otras preocupaciones  que deben captar toda nuestra atención porque aquí lo que está en juego es el futuro de todo el planeta. Esa maldita guerra entre Rusia y Ucrania puede llegar a tener una escalada de consecuencias imprevisibles. Y eso sí debe tenernos con el alma en vilo.

Dos motivos de preocupación que están por encima de un partido de fútbol o de una clasificación al mundial que ojalá pueda realizarse.

Y ojalá que alcancemos el repechaje y que Colombia pueda estar en Qatar, a pesar del calor y de los precios tan caros en ese emirato.

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