Por Émerson Castaño
Desde el 12 de julio de 2021, el ESE hospital Sagrado Corazón de Jesús de Quimbaya, había instalado tres dispensadores de bebidas frías y calientes. La Contraloría General del Quindío de nuevo encuentra hallazgos de tipo disciplinario y penal contra el gerente del mencionado hospital.
Miremos con detalle.
Se había autorizado instalar los tres dispensadores desde gerencia. Dichos aparatos comenzaron a funcionar sin contar con un contrato o convenio. El pago de la energía lo asumió el hospital. Mediante un derecho de petición le solicite al gerente Julio Cesar Arias Álzate que me enviara copia del contrato suscrito con el proveedor, y la respuesta fue la siguiente: “No existe contrato firmado con el dueño de los dispensadores ya que la E.S.E Hospital Sagrado Corazón de Jesús de Quimbaya no cuenta con dicho servicio”. Lo que no contaba el mismo gerente es que cuento con las pruebas suficientes para demostrar que apuntados dispensadores sí fueron instalados en el centro que salud –ver fotografías de los dispensadores en pruebas adjunto–.
No me voy a detener en este punto. Es necesario avanzar con el propósito de seguir demostrando cómo sigue ejecutando —a la vista de todos— el desmantelamiento y evidenciando las irregularidades en la E.S.E Hospital de Quimbaya. Ahora bien, es natural que el gerente lo niega todo, sin embargo, las pruebas en su contra son irrefutables. Miremos lo siguiente: la Contraloría General del Quindío encontró graves hallazgos que este columnista había denunciado en otro medio de comunicación del Quindío. Pero qué encontró la contraloría–ver denuncia ciudadana DC-022-2021–: primer hallazgo, inversión de recursos públicos de destinación específica en fondos de renta viable. El tipo utilizó recursos destinados a la compra de una ambulancia, y “los invirtió desde el mes de diciembre 2020 en fondo de renta variable —FIDUGOB—, el cual de manera consecutiva generó pérdidas…”. Práctica no transparente contraria a las políticas del hospital y totalmente violatorias de la norma.
Luego, cuando la falta gravísima había sido materializada, dice el documento de la contraloría que el gerente Julio Cesar Arias Álzate “decide reintegrar los recursos a la cuenta originaria del banco de Bogotá y asumir de sus propios recursos el reintegro de la suma de 1.650.531 a la E.S.E”.
La administración del gerente sigue presentando irregularidades que la fiscalía General de la Nación debe de intervenir inmediatamente. Ahora, un segundo hallazgo se configura de la manera cómo el gerente hace uso de los recursos públicos de la salud como si fueran de él: “una vez analizados los pagos realizados por concepto de caja menor y sus anexos, se evidencio que, dentro del reembolso de la misma existen varios pagos recurrentes por mantenimiento de vehículos y mantenimiento de infraestructura hospitalaria menor, los cuales debieron haber sido objeto de contratos con el fin de evitar la utilización de estos recursos en gastos no urgentes y riesgos por incumplimiento de las normas que lo regulan, lo anterior de acuerdo al artículo 8 del decreto 2768 de 2012, donde se determinan las prohibiciones de utilización de la caja menor”, agrega contraloría.
A lo anterior se le puede sumar lo siguiente: en los talleres de la empresa Leónidas Sánchez Gutiérrez –hasta el momento de publicarse esta columna— en la ciudad de Pereira–Cr 12 24 50 LC lago Uribe–, se le ha hecho reparación y mantenimiento a una ambulancia de la E.S.E hospital de Quimbaya sin contar con un contrato. Sigo entonces demostrando las prácticas corruptas del gerente actual, quien es protegido por el alcalde y un abogado de la defensoría del pueblo.
Ojalá la Procuraduría General de la Nación pueda asumir con seriedad este caso en virtud de los suficientes indicios de corrupción en apuntado centro de salud de Quimbaya. Además, ya es vicio del descarado gerente solicitar viáticos para asistir a compromisos, y no asiste: “analizado el comprobante de egreso 21044 del 6 de mayo del 2021, a través del cual se canceló al gerente de la E.S.E, la suma de $492.919, por concepto de viáticos y gastos de viaje para la asistencia a las instalaciones de la empresa de recolección de residuos peligrosos por Covid 19 RH SAS, con el fin de inspección y vigilancia del sitio”, de nuevo agrega la contraloría.
Continúa diciendo el ente de control fiscal: “revisado el correo del 9 abril de 2021, enviado por dicha empresa al correo institucional de la ESE, se evidencia que la visita no fue realizada, teniendo en cuenta la emergencia sanitaria, sin embargo, los viáticos sí fueron cancelados al gerente…”.
Gerente, devuelva la plata.
Ver pruebas aquí