Por Germán estrada Mariño.
Psicólogo clínico psicoterapeuta y psicoanalista. Universidad nacional de Colombia.
Psicólogo forense en formación.
Lo que vimos en los Oscar, bien haya sido orquestado para atraer rating o espontáneo, fue un claro ejemplo del círculo vicioso de la violencia americana y mundial: ¡Bullying despiadado y agresión verbal desencadenante de agresión física! ¡Ambos igualmente reprochables!
Los argumentos que desnudan las estructuras mentales ligadas al macho patriarcal dominante y agresivo que se comportó como bestia sin razonar y que están ligados al machismo y la búsqueda de dominancia son contundentes.
El diario el país de España cuyos columnistas son todos académicos es uno de los pocos medios que se atreve a cuestionar a un personaje que muchos hemos idolatrado, sin duda un ser sensible talentoso y grande en su rol de actor.
Sin embargo, como sostienen también las teorías que explican cómo se idealizan figuras y que nos hacen caer en mecanismos defensivos como la idealización y en distorsiones como el sesgo confirmatorio, muchas veces nos cuesta aceptar que aquel a quien hemos idealizado también es un ser humano que puede equivocarse y al cual también podemos cuestionar sin idealizar, ya que ello nos impide ver las cosas tal cual son sin fanatismos.
Will Smith mostró su lado más instintivo, primitivo, bestial, de hecho, el mismo con lágrimas de humildad reconoció que se equivocó y eso sí es grandeza, Denzel Washington, su amigo, le señaló en el brake antes de recibir su premio y después del incidente, "the anger get outs from you the devil and the worst of your self " (la ira te saca el demonio y tu peor lado, debes aprender a controlarlo). Así lo acepto en su discurso al recibir el galardón.
El macho no necesita ser violento para proteger o defender al mal llamado sexo débil. ¡Eso pone en evidencia proyectiva, su necesidad de aumentar su ego machista para autoafirmar su hombría dominante a toda costa, lo cual legítima la violencia! ¡No somos bestias salvajes, somos seres inteligentes y racionales y si no reflexionamos legitimamos la violencia que causa muertes guerras y odio en el que unos son malos y otros solo responden justamente ante los malos golpeando, asesinando etc, como sucede en Colombia y el mundo hoy a diario!
Pudo haberlo insultado con más altura e inteligencia que la violencia física a través de humor negro en su discurso al decir algo como: " Oye amigo chiris, que triste y que bajo te ves al burlarte del infortunio de otros, para ser famoso y gracioso no necesitas humillar a otros con el fin de atraer risas y aumentar tu ego de comediante a costa del sufrimiento ajeno querido payaso burlesco, el bullying no es el camino “.
Eso hubiese sido mucho más ejemplar para niños y jóvenes y mucho más admirable. Muy mal ejemplo para niños y jóvenes. Legitimar la violencia en un evento de la más alta talla mundial es absurdo.
Tanto Will por su reacción desbordada que puede constituir un trastorno explosivo intermitente, debe aprender a regular sus emociones, todos podemos equivocarnos y Chris rock es un pésimo ejemplo de cómo en la superpotencia americana el bullying y la burla son despiadados y constituyen un camino para ganar reconocimiento y popularidad en las escuelas las empresas o en la élite de la farándula. El bullying en los Estados Unidos está asociado en análisis de casos que hemos realizado, como desencadenante de los tiroteos violentos en escuelas americanas. Tan o más reprochable que la violencia física.
Ambas conductas son igualmente reprochables y punibles y la sociedad pensante ha de rechazar ambas formas de violencia. Lo que vimos, en síntesis, fue un claro ejemplo del círculo vicioso de la violencia americana, bullying desencadenante de agresión física mal ejemplo para nuevas generaciones: Violencia verbal -bullying cruel sin empatía alguna por el sufrimiento ajeno, y violencia física en respuesta a ello.
¿Qué le diríamos como psicólogos, padres o figuras de autoridad y adultos maduros a unos estudiantes de once grados o una universidad con adolescentes muy jóvenes que vieron el episodio y el lunes siguiente o esta semana, uno insulta al otro o se burla de su novia imitando a rock y el otro lo golpea?
¿Con qué autoridad moral le dices no reacciones así a tu hijo si justificamos al grande actor Will Smith, pero ser humano como cualquier otro, no un ídolo perfecto, sin idealizarlo?
¡Victimizarlo a él o a cualquier individuo que por “una causa justa ejerce la violencia” sin cuestionarlo, es caer en el sesgo confirmatorio y en la negación que obnubuliza la conciencia moral y la razón!
En conclusión, creo que ambas conductas son fiel ejemplo de dos tipos de violencia igualmente reprochables y de cómo se perpetúan los círculos viciosos en una sociedad insensible poco empática e intolerante. ¡Nos dieron ambos una lección de lo que no debemos hacer!