Por Émerson Castaño
El 27 de marzo de 2022, un columnista del EL ESPECTADOR, tituló un artículo de la siguiente manera: “El pulso jurídico por una licencia de urbanismo en Circasia (Quindío)”. El proyecto inmobiliario era noticia nacional. Cuya columna describe que “desde hace dos años un proyecto inmobiliario ha llamado la atención de los quindianos. Se trata de Eco Ciudad Galicia, en el área urbana de Circasia, municipio ubicado al norte de Armenia, con cerca de 40.000 habitantes, donde se pretende desarrollar un programa de vivienda conformado por 860 soluciones distribuidas en 43 bloques de cinco pisos, con 20 apartamentos por bloque, el cual sería construido en cinco etapas, y cuya iniciativa fue demandada por la procuraduría…”.
Si se desploma apuntado proyecto, se pone en riesgo muchos intereses, no sólo al interior del municipio de Circasia, sino en todo el departamento del Quindío.
Sin embargo, el caso arriba aludido no es el único. Mientras intentaba la administración municipal de Circasia justificar ante un juez de la república el por qué la licencia de construcción –Eco Ciudad Galicia– correspondía a lo correcto, paralelamente estaba por salir múltiples licencias sin cumplir con los requisitos legales. Volviendo al artículo del EL ESPECTADOR, aduce: “el municipio de Circasia aseguró cumplir con el 15% total de áreas de cesión. Un argumento rechazado por la jueza tercera administrativa de Armenia, Adriana Cervantes Alomia, en su decisión de primera instancia”.
Y sigue diciendo el artículo: “…un segundo ataque a la licencia de urbanismo aseguraba que esta no contaba con las certificaciones de disponibilidad inmediata de servicios públicos para la totalidad de unidades inmobiliarias a edificar…” “…a juicio de la procuradoras, las comunicaciones de la Empresa de Energía (EDEQ S A. ESP) y de Empresas Públicas del Quindío (EPQ ESP) “permiten avizorar que no se cuenta con la disponibilidad inmediata para la prestación de los servicios públicos domiciliarios en el inmueble objeto de la licencia”. –ver el artículo completo en: https://www.elespectador.com/colombia/el-pulso-juridico-por-una-licencia-de-urbanismo-en-circasia-quindio/
En el municipio de Circasia se venían dando licencias –desde el año 2015– sin cumplir con los requisitos legales. Para demostrarlo, en el 2017, se había firmado la resolución 0053 con el fin de autorizar un movimiento de tierras con el propósito de construir vivienda. Se trata del “TESORITO LOTE 1-km 5 Armenia Pereira”, ubicado en la vereda EL CONGAL: matricula inmobiliaria No 280-168655 y ficha catastral No. 631900001000606770000.
Cuando el país estaba conociendo cómo el Quindío era la cuna de las licencias de construcción viciadas y el escampadero de la mafia de la construcción, en el predio “TESORITO LOTE 1, ya habían realizado movimiento de tierra con el objeto de construir algo. El 28 de marzo del presente año, el secretario de infraestructura del municipio, el señor Pablo Yeison Castañeda Tabares, le dijo a una vecina afectada por dicha intervención, lo siguiente: “la resolución No. 053 del 28 de junio de 2017 “Por la cual se autoriza movimiento de tierra”, a la fecha se encuentra vencida, y el propietario de dicho predio no ha solicitado, ni radicado los documentos que exige la ley para dar trámite a una licencia nueva, adicional a lo anterior y después de verificar los procesos radicados ante este despacho para un licencia de construcción de obra nueva para el predio identificado con matricula inmobiliaria No 280-168655, no se encuentra en trámite ninguna solicitud de licencia de construcción de obra nueva”.
Un detalle raro se evidencia en lo siguiente. El mismo secretario Castañeda Tabares, el 4 de marzo de 2022, le había dado una autorización a la dueña del predio para realizar un cerramiento. Prueba de ello se encuentra en la respuesta de radico 2022-RE873-02-03-22. Si las autoridades de control quieren positivos, esculquen la secretaría de infraestructura de la alcaldía de Circasia.