He vuelto

20 abril 2022 6:17 pm

Compartir:

Por Jhon Jairo Hernández Montilla

A si titula una comedia italiana que más parece una película profética, trata del regreso del Duce “Benito Mussolini, es encontrado en la calle por un periodista de forma casual, este convencido que es un actor, lo usa como una especie de experimento social, para mirar cómo reacciona la gente ante este pintoresco personaje, el cual anda vestido con un uniforme militar italiano de la segunda guerra mundial, como el periodista está en una crisis profesional decide, hacer un documental con este supuesto actor, sin saber que en realidad es “el Duce” y que por un fenómeno sobre natural ha regresado a través de un portal del tiempo.

Decide entonces comenzar un viaje con él por varias partes de Italia, llevando el mensaje del fascismo, este supuesto actor  por cuestiones del  azar termina encantando a la directora de un canal de tv, la cual siempre tuvo la semilla del fascismo en su mente, y con ayuda del periodista decide convertirlo en un personaje de uno de los programas del canal, aunque para la gente es una comedia, una imitación de un personaje histórico, en realidad lo que muestra la película es el despertar de ideas que parece andaban dormidas en el sub consiente del pueblo italiano, nadie parece escandalizarse por la carga de racismo, supremacismo blanco,  promovido por este personaje;  por el contrario,  lo admiran y se reconoce  en el mismo, gracias al programa de TV Mussolini, termina convirtiéndose en alguien  famoso, inunda las redes sociales: Instagram, whtasapp, faceboook y  tweter, eso hace   que la gente empiece a imitarlo, sin darse cuenta que reviven tiempos oscuros olvidados.

Al inicio de la película entrevistan a mujeres a las cuales se les pregunta sobre política, elecciones, y la mayoría dice no haber votado nunca, manifiestan no impórtale quien gobierna, y esto parece ser la constante en la mayoría de italianos, por eso a nadie escandaliza que este supuesto actor, diga cosas horribles, como plantear la necesidad de exterminar las personas de razas diferentes a la blanca pura italiana. La cual es descendiente del gran imperio romano.

Pocas personas se escandalizan y protestan ante esas ideas tan infames que promueve este nuevo duce, prima entre la gente el apoyo y en otros el silencio cómplice, el cual a veces puede ser mas lesivo para las democracias, cuando enfrentan el avance de un proyecto criminal como lo ha sido en la historia el fascismo, del cual toma elementos Hitler para construir su máquina de muerte NAZI en la Alemania entre 1934 al 1944.

Llama la atención como ideas basadas en el odio en contra de una persona por el simple hecho de tener una raza diferente, un color de piel distinto, hablar una lengua ajena o simplemente ser un enfermo o ser extranjero, sea esto una razón para asesinarlo de un disparo en la cabeza o encerrarlo en campos de exterminio para torturarlo de forma inenarrable antes llegar a las ejecuciones masivas.

A veces creemos que los horrores del pasado son eso, historia, sin embargo, con asombro vemos como esas ideas tomas fuerza en una Europa que fue devastada en la segunda guerra mundial, precisamente por ese tipo de proyectos totalitarios, los cuales se afianzaron sobre la base del descontento social, apelando a un nacionalismo que buscaba recuperar un pasado glorioso; en el caso de Italia volver a ser el imperio Romano y en el caso de Alemania instalar el III Reich que duraría 2000 años.

El fascismo parece estar volviendo en gran parte de Europa, como en la película algunos aplauden y culpan a los inmigrantes de todos sus males, otros miran en silencio y como el avestruz esconden sus cabeza bajo la tierra,  para no darse cuenta de lo que sucede, otros son engañados por un discurso el cual aparentemente es noble y tradicional;  el respeto por la familia, la conservación de los valores, el apoyo a los pobres y a la clase media, protegiéndolos de ser desplazados de sus puestos de trabajo, por esos inmigrantes judíos, senegalés, rumanos, y claro latino americanos, esta plaga extranjera es la culpable de todos los males de la nación, y por ello deben ser limpiados los territorios para solo ser ocupados por los nacionales.

Al ver esta comedia con los ojos del momento presente, uno se percata de que quizás su director no quiso hacernos reír caricaturizando al “duce”, sino buscaba hacer un llamado de alerta al pueblo italiano, con el sugestivo título de “Sono tornato”, diciendo “he vuelto”, informando a la gente que esas ideas llenas de  odio  y cargadas de muerte, hace tiempo están entre nosotros, ya no promovidas por hombres con uniforme militar de la segunda guerra mundial, sino por políticos bien trajeados, que tienen un discurso de proteger la familia, odio a los diferentes sean de tendencia sexual diversa, o defensores del estado laico,  es claro que siempre el fascismo es el mismo, crea un enemigo único como enseño Chomsky en sus 14 estrategias de manipulación, en este caso al centrar todos los males en un grupo, en una tendencia política una raza, o determinadas ideas, cohesiona al grupo en torno a la vieja lucha del bien contra el mal, donde lo malo y diabólico, es todo aquello que cuestiona los valores y principios que promueve el fascismo.

He vuelto entonces se constituye en un llamado del director, que, valiéndose de la cinematografía, busca llamar la atención de la gente, que se ha olvidado de lo que se vivió en entre los años 20, 30 y 40 en Europa, donde proyectos totalitarios, con ánimo expansionista lanzaron al mundo, a la peor conflagración militar de su historia, y dejaron como constancia, hasta donde las ideas de supremacismo racial podrían arrastrar al mundo. 

A veces pensamos que los horrores del pasado no vuelven a repetirse, sin embargo, en tiempos de ídolos de la civilización del espectáculo, donde el valor de la historia se ha perdido y las sociedades solo piensan en el entretenimiento, se deja de lado recodar el pasado como un ejercicio de memoria para evitar que la infamia del pasado vuelva a suceder, decían un gran pensador que quien no conoce su historia está condenado a repetirla, y no como comedia sino como tragicomedia, y en medio de las risas salpica la sangre, por eso los pueblos que han vivido bajo regímenes totalitarios, evitan el olvido para evitar correr riesgos, y estar siempre vigilantes para detener el fascismo cuando asome la cabeza en una democracia y detener su avance antes de que sea demasiado tarde.

 

El Quindiano le recomienda