El astronauta Díaz

28 abril 2022 5:51 pm

Compartir:

Por Sebastián Ramírez 

Un niño guajiro empezó a subir una montaña de la que no veía, y todavía no ve, la cima. Lo hizo sin zapatos, en el camino entró un calzado, lo recogió, lo uso y siguió su ascenso. La gente comenzó a verlo y a quedar cada vez más sorprendida porque el niño no se rendía. Empezaron a hacer fuerza para que diera un paso más. Después comenzaron a expresar en voz alta su entusiasmo y a alentarlo, él respondía siguiendo su subida para la alegría de sus seguidores que somos cada vez más.

Obviamente en este largo trayecto el niño se fue convirtiendo en hombre, hoy, con menos cara de niño, con una barba que empieza a formarse, pero todavía con la figura flaca y estilizada de la juventud sigue su camino y de afuera seguimos mirando, sorprendiéndonos y alegrándonos por cada paso hacia que da en su ascenso.

Ese niño-hombre, llamado Luis Fernando Díaz Marulanda, sigue su viaje sin distraerse, pues si bien sus condiciones físicas y su talento para afrontar el reto son deslumbrantes, más lo es su mentalidad para no perder el foco de su objetivo aun cuando sabe que es observado y admirado por una cantidad de gente cada vez mayor.

Si bien Lucho ha recorrido ya un grande trayecto, sigue caminado con el mismo paso insurrecto y revolucionario de sus primeros avances. Aunque ahora use zapatos finos sus pies se mueven al mismo ritmo de cuando empezó su travesía sin tener todavía la admiración de una masa de seguidores.

Podríamos decir pues que Luis Diaz es un astronauta, pues la distancia entre un potrero, que en la Guajira llaman cancha, a uno de los templos más míticos del fútbol como lo es Anfield debería medirse en años luz. Lo que ha hecho el niño de Barrancas hasta ahora es impresionante, y nosotros seguimos viéndolo, seguimos sorprendiéndonos y preguntándonos hasta dónde llegará, pues desde acá abajo todavía no vemos la cima.

 

Twitter: @sebasramirez85

El Quindiano le recomienda