D. Quindío: un equipo con mística

2 junio 2022 4:39 pm

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Por James Padilla Mottoa

Soy uno de los que todavía siente al Deportes Quindío como un patrimonio nuestro, como una fuerza emocional que debe identificarnos a todos los quindianos, y sin ánimo de discusión alguna, pienso que ese equipo de fútbol profesional nunca deberá irse de nuestra tierra y esa sí que sería una batalla a muerte que tendríamos que dar el día que alguien pretenda llevárselo de acá.

Por eso quiero hoy referirme a la buena campaña que ha venido cumpliendo el conjunto quindiano en el actual torneo, con el registro de un invicto respetable, con sólo una derrota en la primera fecha ante el representativo de Bogotá.

Mi opinión es que, pese a no ser el gran equipo de enorme solvencia futbolística, dentro de las limitaciones denunciadas por la crítica, he encontrado en esta versión del Quindío algo que no es la característica más común en los equipos de fútbol profesional: la mística.

Mística es esa fuerza que empuja a enfrentar retos con los dientes apretados, sin desmayos, sin rendirse nunca. En la mayoría de las veces esa mística resulta suficiente para superar las dificultades que plantean los adversarios y pasar por encima de las limitaciones técnicas, tácticas o estratégicas que se tengan.

Es una campaña tan buena que lo tiene a un punto de poder enfrentar la final del torneo con el ganador del otro cuadrangular. Es una gran ventaja, pero aún falta una enormidad: este es el campeonato más difícil y complejo que uno pueda imaginar; es una sucesión de objetivos y de tramos difíciles que hay que atravesar para llegar a un punto en el que nada está resuelto.

Imaginen lo duro que es ganar ahora y luego enfrentar la final ante otro rival bien duro y aun así, apenas tienes de premio medio boleto para el objetivo del ascenso, al final de temporada. Y pensar, además, que eso no es todo. Porque repetiré una y mil veces que el objetivo final no es el ascenso, sino tener con qué defender luego la categoría y que no suceda lo del año pasado cuando ganar la A fue un efímero sueño de triste despertar.

Confieso que estoy ilusionado con la convincente campaña que viene cumpliendo el equipo y que espero que se culmine con éxito. Después veremos la lucha que habrá que darse para que los objetivos complementarios puedan cumplirse, torciéndole la voluntad al empresario para que arme un equipo con muy buenos jugadores que se sumen a la base actual. Esa es la idea…pero mientras tanto sigamos aferrados a esta ilusión de ahora.

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