Universidad para el cambio

4 junio 2022 5:04 pm

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Guillermo Salazar Jiménez

Sin educación no hay desarrollo económico ni social, tampoco valores humanos que dignifiquen la vida y el respeto por los demás y la naturaleza. El cambio no depende exclusivamente de las políticas o intenciones gubernamentales, estará definido por la apuesta por una educación integral. Sin libertad de enseñar, con pobres recursos para investigar y difundir la cultura, las universidades se debaten entre la lucha por sobrevivir frente a las directrices privatizadores del gobierno y la autonomía para organizarse y funcionar acorde con los principios universales de la educación superior. Respuesta que Rusbel Caminante le expreso a su amiga después de votar el pasado 29 de mayo.

Los candidatos ganadores, Petro y Hernández, tendrán que clarificar sus propuestas sobre la universidad, aseguró aquella amiga, deberán enterarse de los resultados de la Conferencia Mundial de la Educación Superior 2022. Varias propuestas de Petro coinciden con lo tratado en las reuniones previas, complementó Rusbel Caminante, como la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe –UDUAL – que apoyaron el lema propuesto por la UNESCO: “Reformular los ideales y prácticas de la Educación Superior para asegurar el desarrollo sostenible del planeta y la humanidad”.

Aquella amiga recordó que desde hace tres años la UDUAL es presidida por Dolly Montoya Castaño, rectora de nuestra Universidad Nacional y bajo su dirección aceptaron el llamado de la UNESCO con el mensaje concreto de transformar los actuales arquetipos de relación como seres humanos y con el planeta. Coincidieron en afirmar que “los modelos de desarrollo económico imperantes han conducido a la humanidad a una espiral de desigualdad y discriminación que ha lastimado a la sociedad y ha desorientado la formación.”

De acuerdo, afirmó Rusbel Caminante, la universidad pública tiene entre sus tareas la de apoyar el cambio. Estoy de acuerdo con Gustavo Petro, porque reducir la oferta educativa a la demanda del mercado, somete a las universidades apenas a capacitar y adiestrar, lejos de una formación integral; es decir profesionales acríticos y poco solidarios, irresponsables y sin ética para enfrentar las necesidades sociales. Los modelos económicos imperantes financian la dependencia del saber científico y la formación profesional, intentan esclavizar el pensamiento, criminalizar el acceso igualitario y convertir las universidades públicas en empresas mercantilistas.

Ambos, Rusbel Caminante y su amiga, concluyeron que el cambio universitario y social es un evento de largo plazo, quizás por ello los electores no les exigen a los candidatos respuestas concretas. Petro acertó porque ha sido el único que habla de amor social, está con Pablo Freire ya que “El sectarismo nada crea porque no ama”. Consideró que los egresados universitarios tienen que ser constructores de la Colombia futura y no solo líderes empresariales. Como suscribió la UDUAL, bajo la dirección de la doctora Dolly que “La universidad del futuro tiene que reconstruirse como una universidad enfocada en la colaboración y la solidaridad. Los procesos de enseñanza y aprendizaje, junto con los de investigación tienen que proponerse la transformación de lo social, junto con la propia transformación de las universidades.”

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