Carlos Alberto Agudelo Arcila
La democracia en este país es una falacia,
una de las más inhumanas mentiras.
I
Causa indignación observar cómo los politiqueros, desde hace 200 años, tienen en el abismo económico, político y social a Colombia, con la ayuda de votantes inescrupulosos, ingenuos o ávidos de prebendas, quienes en elecciones celebran con licor, algazara y brincos repudiables al verdugo ganador. A la vez produce desesperanza, enterarse de ciertos intelectuales cuando apoyan candidatos a todas luces bribones, verlos contribuir a perpetuar el desastre de esta nación, la patria más boba del mundo.
Desde hace dos décadas, el uribismo instituyó en Colombia las masacres, la miseria, el fascismo, el proceder inhumano de sus alfiles tramoyistas, que en otros lugares del mundo sería un acontecer espeluznante.
Como caso curioso uno de los participantes en la carrera presidencial, 2022-2026, es el ingeniero Rodolfo Hernández, hasta hace poco desconocido fuera de su terruño santandereano. Una de sus primeras apariciones fue en la televisión nacional e internacional por darle una bofetada al concejal John Claro, también cuando trató de barrigones a los bomberos y muchas otras intervenciones nada dignas de un funcionario en la más alta magistratura de una ciudad, alcalde de Bucaramanga.
Álvaro Uribe Vélez ya tenía analizado este actor cantinflesco, desde años atrás lo había apoyado y de boca para afuera lo admiraba, se fijó en él como lo hace el mánager para lanzar al ranking un boxeador. El astuto expresidente se dio cuenta del potencial electoral que se le podía usufructuar a la patanería de este político aparecido de la nada, lenguaraz no estructurado en temas concernientes al manejo de la administración gubernamental, sin principios morales ni éticos.
La jugada estaba lista, el expresidiario se salió con la suya. De alguna manera había necesidad de sacrificar al que no llenó las expectativas del uribismo, Federico Gutiérrez, el mismo Uribe impulsó su derrota, y descollar con el imputado Hernández, el “hombrecito” ideal para poner a gritar a una caterva de seres humanos olés a su favor, muchedumbre frívola capaz de apoyar a un candidato insensible, rapaz, desvergonzado, misógamo, cínico, farsante, volteador de tierras, usurero, payaso y mucho más… Se salió con la suya el autor de las 6402 ejecuciones extraoficiales, creo su monstruo político a la sombra de la ley, con la que se limpia el culo.
Votar por Rodolfo es apoyar el actual régimen uribista, ya está demostrado el amparo dado por los principales integrantes de este partido al aspirante bumangués, es tener alma de estúpido o de asesino. Dentro de seis meses, si el mismo uribismo no le ha dado un golpe de estado, muchos rodolfistas le van a lanzar hijueputazos a su Hitler con el ánimo de bajarlo del poder, la situación de Colombia seguirá derrumbándose en el abismo, se verá confinada a un desastre de una magnitud inimaginable. ¿Hasta cuándo esta región suramericana continuará con este padecimiento?
¿Quiénes son seguidores de Rodolfo Hernández? Los uribistas recalcitrantes, todos aquellos que creen a ciegas en medios de comunicación por el estilo de RCN, Caracol, revista Semana. Los que no tienen una mirada crítica hacia la miseria de esta patria. Los impasibles ante la muerte de jóvenes y líderes sociales por parte del Estado. Los arribistas que creen pertenecer a la clase social del sanguinario Uribe Vélez y algunos que votan porque el madrazo les suena bien a sus oídos
II
A Gustavo Petro nadie puede calificarlo de corrupto, pudo haberse enriquecido, como lo han hecho el 99.99% de los gobernantes municipales, departamentales o nacionales. No ha sido un criminal como lo quiere presentar el conglomerado adversario. Petro no hizo la toma del palacio de justicia, solo fue un ideólogo del M 19.
El pecado de Petro es no pertenecer al partido de Uribe Vélez. Nueve exguerrilleros trabajan en la actualidad con el Centro Democrático, ante este hecho los medios de comunicación defensores del régimen totalitario y el uribismo se queda en silencio.
Intelectuales reconocidos del mundo, poetas y escritores de Colombia apoyamos a Gustavo Petro. Lo admiramos, así como a Bolívar, Policarpa Salavarrieta, Camilo Torres, acusados de guerrilleros en su tiempo por el solo hecho de querer derrocar el régimen criminal de su época.
Gustavo Petro, voto por sus ideales, por su manera aguerrida de enfrentar el paramilitarismo, la corrupción. Voto por Gustavo Petro porque es el candidato más inteligente, integro. El próximo domingo 19 de junio queremos saber de una nueva Colombia. Quiero vivir la esperanza a través de Gustavo Petro como presidente.
III
Francia Márquez, nuestra próxima vicepresidenta, mujer raizal, defensora de los derechos humanos, protectora del medio ambiente. Cultivada para enfrentar el mundo implacable que la rodea. Curtida en el quehacer cotidiano. Inteligente. Llena de asombro, por esto se le puede decir poeta de la vida sabrosa.