El ingenioso ingeniero Becassino

15 junio 2022 8:59 pm

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Aldemar Giraldo Hoyos

 

“Cuando un príncipe llega al poder a través de la suerte o las bendiciones de figuras poderosas dentro del régimen, por lo general, le resulta fácil ganar poder, pero le cuesta mantenerlo después, porque su poder depende de la buena voluntad de sus benefactores”. (Maquiavelo)

Nadie se imaginaba que don Rodolfo iba a ganarse una lotería sin comprar el billete; su imagen fue “esculpida” por un forastero, experto en Publicidad, quien ha servido como punto de contacto entre los “clientes” del ingeniero y los medios de comunicación; para lograr esto creó una campaña para promover un “producto” con mensajes directos a la emoción de la gente que se puede comparar con un nuevo detergente o un software rejuvenecido.

Lo primero que ha buscado el vendedor argentino es hacerles creer a Rodolfo y a sus seguidores: que la edad proporciona sabiduría para manejar un país; que encarna un verdadero cambio; que recoge una necesidad de autoridad clara y fuerte en el país; que es un verdadero outsider (alguien que vive aparte de la sociedad común o alguien que observa un grupo desde fuera); que lo que vale es la “conversación” digital de la sociedad; que tiene gran claridad en el tema económico por ser ingeniero; que muestra gran claridad en el discurso y franqueza en sus expresiones.

Una cosa es la imagen que se crea del producto y otra, el desempeño o utilidad del “detergente”; lo malo es que una mentira repetida muchas veces termina convirtiéndose en verdad. Me imagino que, si gana el ingeniero, el país va ser manejado a través de las redes sociales y algunos medios de comunicación; nos va a pasar lo mismo que hace muchos años, cuando un anciano presidente sólo era capaz de comunicarse con el país a través del teleprompter (gran suerte, pues ya existía esta ayuda “didáctica”, consistente en una pantalla o espejo que permite a la persona seguir su discurso o texto al mismo tiempo que lo pronuncia, lógicamente, escrito por otro). Amanecerá y veremos cómo se dinamizará la democracia a través de TikTok o Douyin, esa  red social de origen chino para compartir videos cortos y en formato vertical, propiedad de la empresa china Byte Dance; falta ver qué estrategias diseñará el argentado publicista para montar el reality show de la Casa de  Nari con maquillaje extremo, aunque la intención del candidato no sea parecerse a nadie en particular, sino tan solo cambiar para encontrar su subjetividad lujosa con la idea de que alterando la propia apariencia es posible cambiar radicalmente y convertirse en otra persona; y para no desentonar con el momento cultural de transición, promovido por internet, nos tendremos que familiarizar con el lanzamiento del ingeniero al dominio del espacio público por medio de blogs, fotologs, webcams, YouTube y Facebook; no podemos olvidar que se trata de un fenómeno comercial y no, político.

Viendo su campaña, me atrevo a decir que sus seguidores no votan por Rodolfo, sino contra Petro. Como decía mi abuela: “La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía”.

 

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