El crimen del tabaco

15 junio 2022 9:00 pm

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Por Álvaro Ayala Tamayo

El 31 de mayo de cada año se celebra el Día Mundial sin Tabaco.  Esa iniciativa debería ser diaria. Apaguemos el humo para poder mirar algunas cifras. Una de las actividades criminales más sofisticada en la actualidad es la industria del tabaco. No todo lo legal es correcto y el cigarrillo es un mal ejemplo. La primera ley en encender las alarmas es la legalización de esa maldita actividad porque no defiende la salud humana, ni el planeta.

La fuerza de una ley que atenta contra la salud de los animales, las personas y el ecosistema, es un crimen de Estado. Legisladores y lobistas legalizaron ese humo y lamentan hipócritamente la muerte de 8 millones de fumadores por año y más 10 millones que padecen cáncer en pulmones, garganta y lengua. Las personas son libres de elegir la forma en que quieren morir, pero no pueden malgastar el erario de la salud en su atención cuando llegan con cáncer a los hospitales o para que les instalen una pipeta de oxígeno por no poder respirar. Eso es fácilmente evitable. 

Los fumadores producen 85 millones de toneladas de CO2 y luego salen a exigir que no sigamos intoxicando la Tierra. ¿Alguien ha visto un fumador en la calle que acabe el cigarrillo y el filtro lo guarde para reciclarlo o ponerlo en un lugar menos peligroso? Nunca. Lo tiran al piso los insensibles.  Ruediger Krech, director de Promoción de Salud de la OMS, denunció que 4.5 billones de filtros de cigarrillos caen al mar, ríos, aceras, calles, parques y bosques.  La sociedad debería exigir a los fumadores que guarden el filtro en los bolsillos de sus pantalones y las mujeres en sus carteras.  Otros se las pican de educados y antes de encender el pucho, dicen: ¿Les molesta si fumo?  A quien más molesta es a su sistema respiratorio.

Además, a los fumadores hay que aclararles que eso no es sexi, como intentan hacerlo creer. Todo aquel que fuma huele maluco. Levantarse, ducharse, tomar café, fumarse un cigarrillo y lavarse los dientes, es como echarle colonia al orinal. No hay que tener olfato de perro para detectar la llegada de un fumador. Otro indeseado ejercicio se experimenta en un ascensor. Si un fumador siente incomodidad cuando huele algo desagradable, un no fumador experimenta ese mismo efecto al pie de un vicioso cuando suben en ese elevador.  Deberían prohibir el uso de ascensores a quienes fuman. Así, al menos hacen ejercicio y eliminan algo de alquitrán pegado en sus vías respiratorias.

“Conocí un amigo lindo que me encantaba, pero cuando me acosté con él se me acabaron las ganas del sexo”, me reveló alguna vez una amiga muy hermosa. Además, me explicó: “los fumadores son malos polvos porque prefieren acariciar ese artilugio, antes que seguir tocando el cuerpo de la mujer. Luego se quedan dormidos los tontos”, acotó.

Casa y oficina de fumador huelen raro, así las aspiren todos los días y las aromaticen con sándalo. Uno de los mayores depredadores del planeta es la siembra del tabaco que deforesta bosques para su cultivo. Es crimen sin castigo emplear la tierra para tabacaleras a falta de lugares para cultivar alimentos. Estamos demorados en Colombia de crear la Ley, el que contamina paga. Miles de millones de dólares se destinan de los presupuestos de los Estados para atender a las personas que adquieren cáncer por fumar. Eso es un peculado técnico porque esos dineros se pueden utilizar para otro tipo de atención en salubridad, educación o alimentación. A la ley le han metido otra cortina de humo con la autorización de los cigarrillos electrónicos y vapeadores que son iguales de dañinos.

Alguna vez ese genio que se llamaba Gabriel García Márquez dijo: “Muchos incendios de bosques, parques, oficinas, casas y edificaciones son por fumadores que se quedan dormidos o tiran sin apagar, la colilla al piso”. Por lo tanto, es más un problema de bomberos que de salud. No crean que nos pillaron elevados, los marihuaneros tienen alta responsabilidad en la contaminación y deforestación. También se la untan y buscan legalizarla para fines medicinales. Hasta hoy nadie ha comprobado que el humo de la yerba tenga propiedades curativas. La que se cultiva con fines terapéuticos es de una semilla especial para extraerle aceite que se procesa en laboratorios médicos.

Para rematar hay una estadística irrefutable en la historia de la humanidad, nadie ha muerto, ni le ha dado cáncer por no fumar. Aclaro:  No me estoy metiendo en casa de nadie. Son los fumadores quienes se meten con los demás y el medio ambiente. El 31 de mayo de cada año se celebra el Día Mundial sin Tabaco. Eso incluye a los marihuaneros. No se hagan los locos.                               

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