Por Francisco Cifuentes
Sobre el pensador alemán se ha escrito demasiado, pero en los últimos años me llamó la atención los ensayos y conferencias que a él le dedicaron los filósofos francés Gilez Deleuze y Michel Foucault, siendo considerados unos herederos de su pensamiento al trabajar la diferencia radical, la superación de la metafísica, la renovación del vitalismo, la alteridad, la defensa y la apropiación del cuerpo, el develamiento de todas las ideologías y la auto concentración en el poder del ser humano para su infinita superación, incluyendo todas sus facetas y sus problemas reales y subjetivos.
Pero recientemente había tenido el placer de degustar los escritos del filósofo alemán y biógrafo de las ideas de nuestro tiempo, el Doctor Rudiger Safransqui, particularmente las dedicadas a sus coterráneos: “Nietzsche Biografía de su pensamiento”, donde no ahonda en sus datos personales, pero sí en el nacimiento y la evolución de sus ideas, bastante controvertidas, tanto en su época durante su estadía en Alemania, Suiza e Italia, como en la actualidad. Dos obras sobre Heidegger, de la que destaco un curioso trabajo titulado “Heidegger y el comenzar. Teoría sobre el amor”. Y por último su biografía de Arthur Schopenhauer, simplemente llamada “Schopenhauer”. Cito esta dado que este fue un filósofo muy admirado por Nietzsche e incluso bastante influenciado en su pensamiento por su magna obra “El Mundo como Voluntad y Representación”; tanto que allí se pueden hallar muchos de los cimientos de su teoría sobre la Voluntad de Poder, la que emerge del individuo para la autorrealización como persona y para la construcción de la sociedad y de la civilización; la que también estaría materializada en la expresión sublime de la poesía y de la música; esta última, en la cual desplegó sus actitudes como pianista, creando, entre otras piezas su “Oda a la Vida”, a partir de un poema de su amada Lou Andreas Salomé. Valga apuntar aquí que la cineasta italiana, gran representante del neorrealismo italiano, Liliana Cavani, le hizo una película, en la cual, entre otros aspectos, recrea su relación con Andreas y su amigo Paul Reé, titulada “Más allá del Bien y del Mal”, justamente acudiendo al titulo de una de sus obras cumbre. Tanto en el filme como en el texto que comentamos, está de por medio la discusión entre el origen del feminismo y cierta misoginia incluso heredada de su maestro Schopenhauer. (págs. 38 y 102).
Es conocido que ha habido mal entendidos y malinterpretaciones de la filosofía nietzscheana, hasta acercarla a la afiliación nacionalsocialista y a Adolfo Hitler como tal. Incluso en la obra aparece una fotografía del Fhiurer admirando un busto del filósofo en su visita al Archivo de Weimar, como muchos investigadores y filósofos lo han hecho en su visita y estadía allí. En esta saga también tuvieron un papel muy importante la hermana del filósofo, Elisabeth; quien fue su cuidadora y tal vez manipuladora en los últimos años de demencia, y a la que le debemos un texto titulado “Mi hermana y yo” u otros denominativos, según la edición, pues fue póstumo y a partir de la redacción de ella misma. Igualmente, en esta trama pronazi, jugó un papel muy importante el marido de aquella, Bernhard Foster, quien fundó una colonia en el Paraguay para trabajar la supremacía de la raza aria (p. 130). El biógrafo Toni LLácer realiza importantes aclaraciones filosóficas sobre este asunto; pues de las teorías acerca del super hombre y de la voluntad de poder, todos podemos beber, según nuestro gusto; sin descartar, por nuestra parte, que de la música de Wagner, su amigo, y otros artistas y de la filosofía de Nietzsche y del mismo autor de “Ser y Tiempo” (Martin Heidegger), se pueden sacar apropiaciones acerca de esa fuerza alemana, del genio germano y de los absolutismos a que ha dado lugar, para nutrir cierta aspiración a la grandeza, por encima de consideraciones éticas.
El pensador de Silz María, que conjugó la filología, la filosofía y la literatura, de una manera muy especial y afortunada; se le puede considerar un gran narrador, sobre todo en su obra cumbre “Así habló Zaratustra”; donde además habla en parábolas y por intermedio de imágenes animales y humanas, que nos llevan a las reflexiones sobre la vida, la humanidad y el porvenir; partiendo del zoroastrismo y superándolo; incluso, me atrevo a decir, de una figura en cierto sentido parecida al bíblico e histórico Jesucristo, pero superándolo también con creces. En este tema, estableció una batalla frontal, además con el aporte del “Anticristo”, (p. 105-133) pero no superada, porque la contemporaneidad tiene muchos otros dioses y varios e innumerables ídolos, que pesan sobre los hombros débiles de los seres humanos, o que lo inspiran para llenar los vacíos existenciales y espirituales en una época signada por un nihilismo que ni el mismo autor del “Crepúsculo de los Ídolos” llegó a conocer.
Pero el estilo más significativo y propio del pensador de “Consideraciones intempestivas” y sus famosos “ditirambos”, se asume en los aforismos, que lucen en ritmo y pensamiento, en sus textos “La Gaya Ciencia”, que también se conoce como “Gay Saber” o “Ciencia Jovial”, y en “La Genealogía de la Moral”; libro éste que sirve ahora hasta para enseñar acerca del origen de las leyes, la ética y la moral en los primeros años de las carreras de abogacía y por supuesto de Filosofía. En lo que ahora llamamos fragmentos y fractales o escritura fragmentaria, debemos reconocerle la maestría a Nietzsche; pero también, valga rescatar de paso en este estilo a Karl Krause y a Georg Crithop Lichtemberg.
En “La Genealogía de la Moral” y otros libros como “El Nacimiento de la Tragedia, el filósofo alemán puede decirse que inaugura otra forma de hacer historia, desde la filosofía, al perseguir el origen de ciertas ideas, conceptos, prejuicios y categorías, lo que ha devenido en la llamada metodología genealógica; propia para rastrear la historia de las ideas, las biografías intelectuales y pulsarle el sentido a la episteme de una época, de una escuela o de un pensamiento. En todo esto se convirtió todo un maestro, uno de sus mejores alumnos, como lo fue el filósofo Francés Michel Foucault, experticia que consignó principalmente en sus obras “Arqueología del Saber”, “Historia de la Locura”, “Historia de la Sexualidad” y “Vigilar y Castigar”. En Colombia es de resaltar que esta corriente se ha utilizado muy bien y con logros investigativos y bibliográficos muy valiosos, en el campo de la investigación educativa, pedagógica, didáctica y curricular; sobre la niñez, la salud y la higiene pública, con transformaciones innovativas en lo que se denominó “el Movimiento Pedagógico”, y entre cuyos autores se destacan: Alba Lucía Zuluaga, Jesús Alberto Echeverry, Javier Sáenz Obregón, Alberto Quiceno y sus respectivos grupos de investigación
Toni LLácer es un escritor, profesor e investigador español de las ciencias sociales y humanas. Es Licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona, Licenciado en Economía por la Universidad Pompeu Fabra y Doctor en Filosofía de la Universidad Autónoma de Barcelona, y autor de otro trabajo acerca del pensador alemán titulado “Nietzsche Pensar desde el Abismo”, publicado en 2019. El libro que nos merece esta reseña se llama “Nietzsche el superhombre y la voluntad de poder”, publicado en Eslovenia en el 2014 y editado en España en 2022.