Acuerdo Educativo Iberoamericano

18 junio 2022 5:43 pm

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Después de conversar por el video con su hija que vive y trabaja en España, apagó el celular y pensó que las nuevas tecnologías de la comunicación eliminaron las relaciones interpersonales, se esfumaron las visitas y los abrazos; hasta las fronteras entre los países desaparecieron.  El mundo existe a través de WhatsApp, comentó Rusbel Caminante, la realidad la confundimos con las imágenes y mensajes que nos llegan por millares.

Aquella amiga afirmó que el conocimiento también es un espacio abierto para compartir entre regiones, países y universidades. Hizo parte de la agenda cumplida por Las Ministras, Ministros y Altas Autoridades de Educación Superior de los países iberoamericanos reunidos en Santo Domingo, República Dominicana, los días 31 de marzo y 1 de abril pasado, en el marco de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno. Reafirmaron en el primer punto de la declaración final el fortalecimiento de un ambiente regional de educación para “…favorecer la movilidad, la circulación del conocimiento y la cooperación académica entre las instituciones de educación superior de Iberoamérica, así como la proyección internacional.” –https://www.segib.org/wp-content/uploads/Declaracio%CC%81n-II-RMES-Final-E-1.pdf -.

Creo en tal acuerdo educativo Iberoamericano, Rusbel Caminante miró complacido a su amiga. Tales países podrían acordar acciones estratégicas para superar los problemas de la formación profesional, compartir las capacidades científicas y cooperar con los impactos de transformación social. Estoy con Sigmund Freud, médico austriaco, padre del psicoanálisis, quien afirmó que “llegar a un acuerdo, a un compromiso, es sinónimo de vida”; máxime si tal acuerdo posibilita hacer realidad la salud, la educación y el trabajo para los semejantes. Los objetivos fijados por aquellas cumbres no deben ser soslayadas por el nuevo gobierno nacional, lo predijo Freud: “Lo contrario de comprometerse a llegar a un acuerdo es fanatismo y muerte.” Aseveró que el acuerdo educativo Iberoamericano permitirá acelerar las discusiones y acercar las soluciones a los problemas viejos de formación integral, creación y transferencia de conocimiento, reconocer estudios inter países y compartir experiencias pedagógicas novedosas. La superación de las normas legales que agravan estos problemas será tarea inmediata.

Aquella amiga recordó al escritor francés Víctor Hugo, quién en Los Miserables escribió: “El género humano cumplirá su ley como cumple la suya el globo terrestre; se restablecerá la armonía entre el alma y el astro; el alma gravitará en torno a la verdad igual que el astro en torno a la luz”. Creyó que nuestra mayúscula verdad, en el contexto latinoamericano, es la discriminación y la falta de oportunidades para los pobres; por ello resulta imperativo apoyar el punto 4 de la declaración de aquella cumbre: “Realizar un estudio de las barreras que impiden el acceso y continuación de estudios de educación superior entre los países de la región…”, y “Promover el Programa Iberoamericano de Movilidad e Intercambio Virtual Académico…”, punto 11. En este contexto desarticulado e insolidario predominante en Colombia, vale la pena recordar al escritor alemán Goethe: “No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan solo si marchamos por el mismo camino”

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