Por: José Gustavo Hernández Castaño
Los colombianos debemos decidir, con nuestro voto, quién será el próximo presidente.
Antes de tomar tan trascendental decisión, nada más y nada menos, otorgar credenciales a quien va a dirigir el país y representarnos internacionalmente, debemos hacer un análisis objetivo, entre los dos candidatos, y preguntarnos:
¿Quién de los dos está mejor preparado para dirigir el gobierno y los asuntos del Estado?
¿Quién de los dos tiene mayor experiencia en asuntos de gobierno y de Estado?
¿Quién de los dos tiene la serenidad y la mesura para tomar decisiones de gobierno y de Estado?
¿Quién de los dos tiene mayor independencia, autonomía, y libertad, para decidir de manera adecuada y pertinente asuntos de gobierno y de Estado?
Los asuntos de Gobierno y de Estado, no se pueden entregar a cualquiera, menos, en esta coyuntura, tan particular, de desasosiego social que vive nuestro país, en cuya solución no nos podemos equivocar.
Antes de votar por uno u otro, finalmente, debemos preguntarnos ¿quién está con quién?
Y, quien está con quién para estar seguros si lo que prometió en campaña lo puede cumplir; para estar seguros, si tiene la autonomía, la independencia y la libertad para resolver, por ejemplo, el tema central de ambas campañas: derrotar la corrupción.
Al responder esta pregunta debemos conocer cómo se han venido conformando los dos bloques de campaña de los dos candidatos. Es verdad sabida, por lo que han publicado los medios que, en este proceso, desde antes de la elección del congreso hasta la primera vuelta, se presentaron muchos deslizamientos y muchos acomodamientos; y, después de la primera vuelta, se produjeron reacomodos políticos muy diversos. Unos, por necesidad, por obligación, por conveniencia; y, otros, por simpatía, o por cercanía ideológica y política.
Veamos de manera sucinta este proceso:
Para la primera vuelta presidencial, luego de la Consulta, quedaron en contienda 10 candidatos (los demás, habían desistido en su aspiración y adherido a otros): Gustavo Petro (Pacto Histórico); Fico Gutiérrez (Equipo Colombia); Sergio Fajardo (Centro Esperanza); Oscar Iván Zuluaga (Centro Democrático); Rodolfo Hernández (Liga anticorrupción); Ingrid Betancourt (Verde Oxígeno); Luis Carlos Pérez (Movimiento Colombia Piensa en Grande); Enrique Gómez (M.S.N.); Luis Gilberto Murillo (Colombia Renaciente); John Milton Rodríguez (Colombia Justa y Libres).
A penas se conocieron los resultados de consulta, el mismo 13 de marzo, Oscar Iván Zuluaga renuncia y adhiere a Fico Gutiérrez. Posteriormente renunciaron a su aspiración: Luis Carlos Pérez, Ingrid Betancourt y Luis Gilberto Murillo. La segunda adhirió a Rodolfo Hernández; y el tercero, pasó a ser la fórmula vicepresidencial de Fajardo.
La adhesión de Zuluaga a Fico, no fue una decisión personal, fue una decisión política, y una decisión colectiva que comprometió a todo el Centro Democrático, a pesar de que su jefe, Uribe, haya guardado silencio, mejor dicho, esté escondido por conveniencia política. A partir de ahí, Fico, se convierte en el candidato oficial del gobierno, del Uribismo, y de los partidos del establecimiento; es decir, con Fico estuvo toda la maquinaria política vinculada a los mayores hechos de corrupción.
Conocidos los resultados de primera vuelta (mayo 29), fueron triunfadores, Petro y Rodolfo. Automáticamente, de inmediato, Fico y toda la maquinaria política, que lo acompañaba, pasó a las huestes de Rodolfo.
Para segunda vuelta, se conformaron dos bloques a partir de conveniencias, intereses ideológicos y políticos, alrededor de cada candidato, de la siguiente manera:
Con Rodolfo se alinderaron los candidatos y los partidos del establecimiento, es decir, los representantes del continuismo; los defensores del gobierno Duque; los Uribistas, pura sangre; las maquinarias clientelistas de los partidos de gobierno (Liberal, Conservador, U, C.R., MIRA, Justa Libres); los candidatos Fico Gutiérrez, Enrique Gómez y Milton Rodríguez. Algunos escritores y columnistas de opinión, tales como: William Ospina, María Isabel Rueda.
A la campaña de Petro, llegaron, individualmente, líderes del partido liberal como Fernando Cristo, Luis Fernando Velasco, Guillermo García; líderes sociales y sindicales del Partido Liberal en la CUT, CGT, CTC y Fecode; oficialmente, lo hizo también la dirección nacional de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia; sindicalistas del poder judicial, de los educadores en FECODE; diversos grupos del movimiento estudiantil en el orden Nacional; organizaciones de la población diversa; de Afrocolombianos; organizaciones feministas; organizaciones indígenas de diversas etnias y regiones. Escritores y columnistas de opinión, tales como: el poeta Juan Manuel Roca, Gonzalo Guillén, Enrique Santos Calderón, JotaMario Arbeláez, Francisco Gutiérrez Sanín, Florence Thomas, Cristina de la Torre, Rudolf Hommes, Enrique Santos Molano, Catalina Cruz Navarro, Daniel García Peña, Salomón Kalmanovitz, Mauricio García Villegas, Ricardo Silva, Carolina Sanín, Daniel Samper Pizano, Ramiro Bejarano, Matador, Laura Restrepo; directores de cine como Víctor Gaviria; actrices y actores de amplio reconocimiento, tales como: María Cecilia Botero, Carmenza Gómez, Helena Mallarino, Judy Henríquez, Margarita Rosa de Francisco, Julián Román, Fabio Rubiano, Adriana Romero, Marcela Valencia, Carlos Duque, Carolina Ramírez, Santiago Alarcón, Diego Trujillo, Natalia Reyes. cantantes, como: Andrea Echeverri (de la banda Aterciopelados), los integrantes de Doctor Krápula, Walter Índigo, Totó la Momposina, el carranguero Jorge Velosa, y otros. La deportista y medallista olímpica, María Isabel Urrutia, la influenciadora Yina Calderón; y, 1500 intelectuales que se pronunciaron mediante carta pública, encabezados por: Rodrigo Uprimny, Martha Wills y Olga Behar.
De la descripción de estos dos bloques y su conformación podemos concluir y decidir por cuál de los dos candidatos vamos a votar.
Colombiano, en usted está el cambio o la continuidad; en usted está la solución al problema, o la problemática mayor; en usted está la esperanza o la desilusión. Con su voto escogemos el camino cierto de la confianza y el optimismo, o, el camino de la incertidumbre, de la desconfianza y el pesimismo.
Ciudadano, piénselo bien, escoja bien, vote bien. Escoja el mejor camino, es por usted y las nuevas generaciones, es por el presente y el futuro de Colombia.