Quindío, para volver a mirarlo de reojo

14 julio 2022 2:18 pm

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Por James Padilla Mottoa

No quería saber nada más del Deportes Quindío después del bajonazo que nos metieron con ese partido final ante Chicó que nos dejó a todos con las manos vacías y la sombría reflexión obligada de "otra vez la misma pendejda", porque este bendito equipo no puede, definitivamente, cuando hay unas expectativas mayores entre los aficionados.

Había recordado lo del 81, lo del 90, lo del 87, lo de la final en la B con Jaguares, la mano de Lazaga en otra final contra Cúcuta; en fin, todas las decepciones vividas en momentos decisivos de esta historia de amor y dolor que se llama Deportes Quindío.

Nada quería saber y, sin embargo, televisaban el partido de apertura de una nueva temporada. Al comienzo quise mirarlo de reojo, entre pasada y pasada, pero luego fue inevitable sentarme a mirarlo con detenimiento. Partido en Palmira en un estadio que me trae recuerdos buenos y malos, con un contrincante de fútbol bastante modesto.

El Quindío lo acribilló como tenía que ser. Cuatro a cero y auspicioso debut de los nuevos Yilton Díaz y Santiago Gómez. Más una de las tardes luminosas que suele tener Jairo Roi.

No da para lanzar campanas al vuelo ni para pensar que los que acaban de llegar nos salvaron ya la papeleta.  Hay que esperar y tener mucha mesura en los análisis, pero tampoco para asumir la conducta de los "contras", de bajarle la caña a todo.

Que le ganó este primer partido a un equipo malito. Sí. Pero era la obligación ganarle y por amplio margen como sucedió al final. Todos los que hemos estado en el fútbol sabemos lo difícil que es jugar y ganarle a un equipo teóricamente inferior.

Que tampoco es para tanto lo que hicieron los nuevos. De acuerdo. Pero es mejor que hayan lucido en este partido a que hubieran pegado un petardo de jugadores mediocres, para llenar todos los editoriales de la semana, sobre todo los de los famosos "contreras".

No ha sido suficiente para volverme a entusiasmar con un amor viejo que me ha dejado tantas veces sentado en el andén llorando la desventura, pero sí ha sido motivo para volver a mirarlo al Quindío de reojo, aunque sea entre pasada y pasada.

Coletilla: Por puro despecho renuncié a la generosa oferta de Gustavo Rendón y los comandantes de seguir acompañándolos en sus grandes transmisiones del fútbol en los partidos del glorioso. Me pegó demasiado duro el resultado de ese partido contra Chicó; pero tengan la certeza que siempre voy a agradecer el gesto y la oportunidad de volver a estar en contacto con mi gente.

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