sábado 15 Nov 2025
-

Avanzando hacia el desastre

26 julio 2022 5:47 pm
Compartir:

José Yesid Sabogal V.

[email protected]

 

Lo más preocupante del calentamiento del planeta es sin duda la poca conciencia que existe, a todos los niveles, de la urgencia y la dimensión con la que hay que actuar. A partir de la Cumbre de La Tierra (Rio de Janeiro, 1992) y la adopción de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, oficialmente todos los países del globo se comprometieron a reducir las emisiones de gas a efecto invernadero. No obstante, la situación no ha cesado de agravarse. En 2019, el total de emisiones de CO2 fue de más de 38 mil millones de toneladas, contra 23 mil millones en 1990. (Manière de voir, #179, octubre-novembre 2021).

Así pues, los Estados han incumplido los acuerdos internacionales y, los pocos que avanzan en esa vía, no lo hacen tan decidida y prontamente como es necesario. Unos y otros se permiten no avanzar o, avanzar poco, porque sencillamente sus sociedades no los presionan suficientemente. Y estas no presionan más porque simplemente la noción sobre la amenaza a la existencia de la especie que anuncia el calentamiento es precaria. Los sectores privilegiados de todos los países, que son los que más consumen y, por su puesto, más contaminan, no están dispuestos a sacrificar comodidades, ventajas y lujos. Las clases medias envidian tener tanto como aquellos para igualmente consumir vorazmente. Los más pobres contribuyen al desastre en la medida de sus posibilidades. Pero, la responsabilidad recae fundamentalmente en los gobernantes. 

Po ejemplo, el presidente del país más poderos del planeta J. Baiden, retomó los acuerdos internacionales, a los que había renunciado su predecesor D. Trump. Baiden reconoce que “el cambio climático es un peligro claro e inmediato, una amenaza existencial para nuestra nación y el mundo.” Y, lamentando que “el Congreso no está haciendo lo que debería", anunció que usaría sus prerrogativas ejecutivas", entre estas la declaración del estado de emergencia climática que, a año y medio de mandato todavía no ha declarado, a pesar de que para algunos miembros de su partido esa medida es el punto de partida de una verdadera política contra el recalentamiento. (https://www.france24.com/es/ee-uu-y-canad%C3%A1/20220721-estados-unidos-joe-biden-revive-su-promesa-clim%C3%A1tica-con-nuevas-medidas)

 La guerra en Ukrania constata que, tanto para Rusia como para las potencias occidentales, la conservación de la especie no está por encima de sus ímpetus imperiales. Si algún cálculo se hizo sobre las implicaciones que traería la guerra en Ucrania en términos de emisiones de CO2, poco importó. Dependientes del gas ruso que Putin amenaza con aumentar el precio o interrumpir el suministro, los europeos buscan desesperadamente volver al uso de energías fósiles más contaminantes como el carbón, que venían abandonando gradualmente. Varios de esto países han anunciado retomar centrales nucleares que habían cerrado, todo lo cual impedirá que Europa cumpla las metas del pacto de Glasgow sobre el clima.

En Francia acaban de reelegir al presidente E. Macron, quien postergó el cumplimiento de los compromisos climáticos de su país para el 2018; en 2020 no cumplió su objetivo de energía renovable y, en 2021, el Consejo de Estado le ordenó al gobierno tomar las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de las metas ambientales fijadas tanto internamente como a nivel internacional. El País, 14 de octubre de 2021, Madrid.

En contraste, en Colombia acaba de ser elegido presidente Gustavo Petro, cuya campaña giró en buena parte entorno a la lucha contra el cambio climático, mediante la sustitución gradual de las energías fósiles por energías renovables. Este propósito, que pondrá a Colombia en la vanguardia mundial de la lucha contra el cambio climático, en lugar de ser aplaudida por toda la ciudadanía es considerada inviable por los sectores tradicionales e inconveniente por voceros del sector empresarial.  

 

Te puede interesar

Lo más leído

El Quindiano le recomienda