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Poesía negra, mulata, afroestadounidense, anfroantillana o afroamericana. (I parte)

26 julio 2022 5:48 pm
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Por: Álvaro Mejía Mejía

Unas de las primeras manifestaciones líricas afroamericanas pertenecen a mujeres, Lucy Terry y Phillis Wheatley (ambas incluidas en las antologías poéticas).

Lucy Terry fue la creadora del primer trabajo literario que se conoce de una afroamericana, Lucha en la pradera, escrito cuando esta tenía 16 años.

Phillis Wheatley (1753-1784), la otra pionera poética, fue la primera afroamericana que publicó un libro en Norteamérica. Su volumen Poemas, inspirado en temas religiosos y morales, se publicó en 1773, tras pasar por la censura racista, que eliminó parte de su poemario.

Destacamos también como uno de los precursores al poeta uruguayo Francisco Moreno, de quien nos habla Alberto Britos Serrat en el libro Antología de poetas negros uruguayos. De Moreno destacamos un poema que lleva como título el nombre de este vate (Francisco), escrito en 1830, veamos: 

Yo me llamo Francisco Moreno/ que me vengo de confesá / con el cura de la parroquia / que me entiende la enfermelá / Curumbé, Curumbé, Curumbé / Curumbé, Curumbé, Curumbé, / que mi amo me quiele vendé / porque Dios que yo no sabo / ni flegá ni cusiñá, / Curumbé, Curumbé, Curumbé.

Apuntuté señor esclibano, / apuntuté con la pluma en la mano / los vestidos de mi mujé / que están colgados en la paré / Curumbé, Curumbé, Curumbé.

Llamo la atención del lector, porque más adelante aparece un poema anónimo, El testamento del negro, que hace uso de la expresión Apunte u” te, que es una variación de Apunteté señor esclibano, contenido en la última parte del poema FRANCISCO MORENO, antes transcrito, veamos:

Apunte u”te, señor escribano, / apunte u”te con la pluma en la mano: / apunte u”te unos pantalones / que no tienen ojales ni tienen botones; / apunte u”te unos calzoncillos / que no tienen pretina ni tienen fondillos; / apunte u”te una camiseta / que no tiene pechera ni tiene faldeta; / apunte u”te unos zapatongos /que hace quince o veinte años que no me los pongo;/ apunte u”te el sillón de Agustín / que no tiene espaldar ni tiene balancín.

En una publicación española, Almanaque, Pliegos de cordel tradición oral romancero, se explica que la frase (apúnteme usted, señor escribano) fue recogida como refrán, integrante de algún cuento tradicional, o como canción o recitado de cancioneros folklóricos, recogidos por tradición oral o en pliegos de cordel.  Después llegó a América y se utilizó en varios poemas, entre ellos el atrás citado.

 

En otro poema, 1830, Francisco Moreno dice:

 Padre Negro y madre negra / y niño blanco / aunque el amo me lo niegue

aquí hubo trampo / cachumba, caracatachún, / cachumba, caracatachún.

También hay que decir que aparecen poetas blancos que escriben sobre lo negro y, en muchos casos, utilizan recursos literarios de este género.

Durante los años de década de 1920, en la comunidad afroamericana surgió un grupo de artistas llamado “Renacimiento de Harlem”. Entre ellos había poetas de la calidad de Langston Hughes (19021967), Countee Cullen (19031946) y Claude McKay (18891948).

 

Veamos el poema de El negro habla del río de Langston Hughes:

He conocido ríos: / He conocido ríos tan ancianos como el mundo / y más antiguos que el fluir de la sangre en las venas humanas. / Mi alma se ha vuelto tan profunda como los ríos. / Yo me bañé en el Éufrates cuando aún eran jóvenes los amaneceres.

Yo construí mi choza junto al Congo y él me arrulló. / Yo miré el Nilo y construí las pirámides por encima de él. / Yo escuché la canción del Mississipi / cuando Abe Lincoln bajó a Nueva Orleans y he visto / su seno fangoso dorarse con los atardeceres.

 

He conocido ríos: / Viejos, brumosos ríos. / Mi alma se ha vuelto tan profunda como ellos.

Esa corriente que aparece en los Estados Unidos hace parte de la literatura denominada “Afroestadounidense”.

 

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