¡En el Quindío estamos jodidos!

27 julio 2022 5:24 pm

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Samaria Márquez Jaramillo

En la política parroquial  se introdujeron  personajes nefastos venidos de la clase dirigente quindiana, aquellos que se benefician directamente con la ignorancia que campea en su rededor  y tienen como doble misión anular a quienes puedan ser  un estorbo para los intereses personales o grupales estilo tiempos anteriores a la pandemia, muy cerrados e ignorantes que no avizoran el Renacimiento estilo siglo XXI  que, aunque no sea aceptado, entendido o puesto en práctica, es o llegará a ser arrollador. Ahora todo es diferente.

En el Quindío, la política fue engullida por la politiquería y lo peor es que no se atisban correctores. No es exagerado vaticinar que la situación se mantendrá, sino nos ponemos las pilas, en el mismo estado porque para cumplir un plan de gobierno pensado para una época y situación actual, se necesitan ideas, conocimiento de sociología, de idiosincrasia quindiana y del estado de la cultura universal para poder saber cómo se forja la nuestra anclada en el siglo pasado. En cambio, aterrados vemos el avance de la popularidad y las adhesiones, que, a los enquistados en el poder, proporciona la fluidez económica.

El “establishment” es una amenaza para la Democracia. La élite auto engrandecida, engendrada en el seno del interés propio e integrada por una oligarquía compuesta por algunos políticos y empresarios y varias fuerzas comunales, cuyo objetivo común es mantener el sistema actual, para defender el CVY (¿cómo voy yo?) y cerrar el paso a las innovaciones y soluciones urgentes que requiere este departamento.

Para lograr obstaculizar al proceso de cambio, se ignorará, demonizará o humillará a quienes disienten del statu quo y se organizan en forma colectiva y plena de bienandanzas para frenar cualquier plan de repetir más de lo mismo: Son lamentables las situaciones ambientales, políticas e institucionales de este departamento, la población quindiana estrato 1, 2 y 3, presenta inmensa marginalidad. Las condiciones sociales, económicas, políticas y educativas, evidencian una situación de retraso, pobreza, inequidad y exclusión frente al desarrollo humano sostenible. Ante tal descalabro, más de 40 ONGS, en reuniones que vienen sosteniendo y de las que saldrá una veeduría ciudadana, denuncian que en lo social las estructuras no generan los lazos de confianza y cohesión social necesarios para alcanzar niveles de avance integral y que esa situación se caracteriza por la falta de control social, decadente participación gubernativa departamental , reflejándose todo lo anterior en el deterioro de la calidad de vida y de las necesidades urgentes de dimensionar la cultura departamental. En resumen: ¡En el Quindío estamos jodidos! Mientras tanto el señor gobernador actual de nuestro departamento, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas “no sabe, no responde” …

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