Por James Padilla Mottoa
Cuando se hizo la solicitud para participar como una de las sedes de los Juegos Deportivos Nacionales 2023, el Quindío se comprometió con sus socios en esa empresa y con el país entero en tener oportunamente una serie de obras indispensables para la realización de esas justas. En ese entonces uno de los más entusiastas con la magnitud de la solicitud era el gobernador Carlos Eduardo Osorio a quien un compromiso más qué le iba a importar si de todas maneras otro sería el encargado de cumplir con las promesas.
Pues bien, hoy, cuando el tiempo se achica de manera impresionante, el departamento del Quindío parece encartado con lo que tiene que hacer para responderle a la afición colombiana y a los que lo acompañaron en la idea de pedir esa sede. A todas las dificultades existentes por la falta de terrenos para levantar los escenarios prometidos, que de por sí nos ha traído con un retraso considerable, me cuentan que hay que sumar el hecho grave de la detención del gerente de Proyecta, funcionario en quien se habían depositado las mayores responsabilidades en la misión de ajustar el cronograma de obras específicas para los Juegos y correspondientes al gobierno departamental.
Este hecho sí que nos acrecienta las preocupaciones sobre el cumplimiento oportuno de lo que se prometió en la ambiciosa empresa de volver a traer a la capital quindiana las justas deportivas más importantes del país. Porque si lo vemos con crudeza, escasamente nos va quedando un año para tener listos todos los escenarios que albergarán los deportes que finalmente nos dieron. Es que no conozco de una sola piedra que se haya colocada para la iniciación de alguna de las obras.
Indagando sobre el particular el propio alcalde de Armenia José Manuel Ríos ha manifestado en reiteradas ocasiones que la ciudad no tiene problemas para cumplir con lo que le toca porque dispone de los terrenos y la plata para medírsele al reto. Sí, pero nada que se observa el menor movimiento. Entre estudios, pandemia, Ley de Garantías y otras yerbas, se nos ha esfumado el tiempo y ya el 2023 está a la vuelta de la esquina.
Diariamente repaso las noticias de la prensa local buscando algo que me indique que el asunto es tema de mucha importancia para el departamento, pero nada. Ni siquiera los colegas preguntan por el certamen y tal parece que existe un olvido generalizado sobre su realización y lo que ello trae consigo. Sabemos que el alcalde Ríos y la capital son quienes están más cercanos a cumplir con todas las promesas que se hicieron. Sin embargo, nada que empezamos y ya agosto se nos está escapando.
Si es cierto que el gerente de Proyecta era el hombre que tenía sobre sus hombros la responsabilidad de atender la construcción de las obras comprometidas por el departamento, ciertamente estamos en una situación muy difícil que podría arrastrarnos a un oso monumental a todos los quindianos. Deseo estar completamente equivocado…