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Twittear

3 septiembre 2022 4:37 pm
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Johan Andrés Rodríguez Lugo

Twitter es la red social en donde paso la mayor parte de mi “tiempo web”, porque pareciera que vivimos en dos mundos y de hecho lo hacemos. Vivimos en el cotidiano haciendo cosas y a la vez, esas cosas, las mostramos en la red social de nuestra preferencia, ya sea en Facebook, TikTok, Instagram o Twitter; en las historias de WhatsApp o en Snapchat o en otras redes sociales. Podemos decir que nos enteramos de la vida de nuestras amistades gracias a estas publicaciones y estamos pendientes de ellos y ellas, de los lugares que visitan, de los eventos a los que asisten, de las cosas que compran, de sus pensamientos, ideas, rabias y exigencias. Lo sabemos, incluso sabemos de más porque nos dejan saber cosas y dejamos que sepan cosas nuestras. Por esto creo que en ocasiones al encontrarme con un amigo basta un saludo y de inmediato aclaramos la información que hizo falta en las publicaciones, volvemos a preguntar sobre la foto, sobre el comentario, sobre la historia y, por supuesto, sobre el chisme.

El primer tweet que “twitteé”, es decir, la primera publicación que puse en esta red social fue: “Qué Calor”, y no se imaginan cuánto duré pensando en ponerlo, porque en aquella época de 2009 tenía que distribuir mi tiempo en el computador con las demás redes sociales, YouTube y los documentos de Word que le redactaba a mamá para que me dejara estar esa hora en el computador del café internet que quedaba en la esquina de la casa. Ella escribía los exámenes o documentos para sus clases y yo se los pasaba a Word y entonces podía, en ese tiempo con mil pesos, entrar “a la internet”.

En el año 2011 cuando el boom de los BlackBerry y el pin se hizo tendencia, Twitter también pasó a ser parte de mi cotidianidad. Ese primer tweet se quedó en mi perfil por varios días, luego hubo otros, algunos videos musicales o cosas que dejé ahí. Estas publicaciones estuvieron por varias semanas sin actualización porque no supe luego qué más publicar, no sabía cómo funcionaba esta red social, veía comentarios, veía frases, veía cosas que parecían importantes, pero no encontraba la necesidad real de esto, o el uso real de la plataforma. Ya con el BB le encontré más sentido pues iba twitteando (publicando) la cotidianidad: La pereza de esperar un bus que se demora, la pérdida de tiempo en la EPS esperando a ser atendido, la funcionaria que atiende de mala gana, el profesor que dice chistes malos, la tarea que no quiero hacer, o el recuerdo de ese amor que no fue.

Y así me fui volviendo twittero, aunque no sé si ese adjetivo me quede en términos de que claramente no soy un creador de contenido importante, porque realmente no me interesa serlo y porque como siempre digo: Twitter no me representa. Sin embargo, los lunes saludo a quienes me siguen con un formato que vi en un meme y me gustó:

Feliz semana mis panas, recuerden tomar agua, usar alcohol, no bajar la guardia, no meterse en lo que no les importa y sobre todo que quien me ve llorando, notará que estoy amando, pues de verdad, yo también soy sentimental…

***

Feliz semana mis panas, recuerden tomar agua, no bajar la guardia, no meterse en lo que no les importa y sobre todo que estoy cayéndome a pedazos por tu ausencia y lo peor es que no quiero verte nunca. Estoy hundiéndome en el hábito de amarte y tú ya me olvidaste, ya tienes otro…

***
Feliz semana mis panas, hoy siendo festivo no olviden tomar agua, usar alcohol, no meterse en lo que no les importa y sobre todo que de la misma manera que me haces penar, un día al despertar, sé que me llamarás, cuando te vaya mal, sé que me llamarás…

 

Se trata de un juego, claro, en donde se dicen cosas y se termina con una estrofa de canción “triste”, ese es el formato y cada lunes es igual, como pueden ver, lo anterior son de los 3 lunes que ya pasaron, pero hace poco me siguió un conocido que apenas entraba a descubrir Twitter porque le dijeron que esa red era la importante para sus quereres políticos y luego de algunos días de leer mis publicaciones me escribió para preguntarme que si estaba despechado. Yo me reí y le dije que no, que era el quehacer en Twitter. Un gran amigo dice “Somos personajes en Twitter” y es más o menos cierto, cuando nos vamos acostumbrando a este “juego” cada uno de nosotros crea un personaje y por alguna extraña razón, las formas se van dando y los demás usuarios lo entienden, son como alter egos que se permiten y que con los días uno se acostumbra. Ahí diferenciamos a quienes acaban de llegar a la red, a quienes ya la usan frecuentemente o a quienes solo entran buscando chismes y al ver estas publicaciones las toman como ciertas.

El chisme nos gobierna y este “nuevo voyerismo” se ha multiplicado, me he dado cuenta que gran parte de las personas crean perfiles solo para ver, tomar pantallazos y enviárselos a otros y suponer que esa es la realidad. Ya me he encontrado con varios a quienes les digo – Pero sígame al menos, porque entra a mi perfil solo para leer y ya – A lo que me responden – No, es que yo no entiendo ese tuiter, qué pereza –. Pero no se van porque les gusta el chisme, nos gusta el chisme.

A qué voy con esto, resulta que durante años esta red social ha marcado la tendencia en la información o a lo que podemos llamar “información”. Los inicios de Twitter los encontramos en internet, pero el uso que se le da a la red en cada país es más o menos similar, los “opinadores importantes” dejan ahí sus comentarios, sus proyectos de ley, sus cosas y esto les sirve a los medios de comunicación para hacer noticias. Muchos periodistas usan los perfiles de los políticos en redes como comunicados de prensa y sobre esto van construyendo noticias, al igual que con artistas, cantantes y famosos, y claro, como en el ejemplo anterior, muchas veces se equivocan porque el reportero no entiende el funcionamiento de la red y toma todo como cierto y los mismos usuarios se encargan, incluso, de hacer bajar algunas noticias.

Luego, me he dado cuenta que estar en Twitter permite tener la información instantánea, nos dimos cuenta primero “los twitteros” de que la ministra se había ido de la rueda de prensa antes de que fuera noticia. Supimos primero “nosotros” el escándalo de Alex Flórez antes de que fuera noticia. Incluso gracias a Twitter se han hecho famosas personas como la nueva congresista Susana Boreal pues una foto y unas cuantas publicaciones le dieron, al parecer, el aval para creer que podía representarnos, o como Polo Polo, los herederos Galán, Lafouire y Santos que usan estas redes como si fueran “opinadores importantes” y los mismos usuarios y medios de comunicación han permitido esta situación. Incluso algunas publicaciones en The New York Times cuestionaron en su momento a Donald Trump porque “gobernaba desde Twitter”.

No sé si todo esto sea un “elogio a Twitter”, sin embargo, por mi formación y mi trabajo, extraigo funciones “que sirven” para estar informado y contrastar la información. Reconozco que tanto Twitter como cualquier red social permite una “segunda cotidianidad” que nos hace creer que todo eso es cierto y sobre eso estamos creando nuestra normalidad, lo cual no es tan así. No invito a dejar de usar redes sociales o que las usen con cuidado pues no creo en estas formas moralistas de mediar a las personas, bastaría con reconocer nuestro actuar en redes y cuestionar también a esos que son “nuevos voyeristas” que solo ven lo que quieren ver y se van, que solo toman pantallazos a lo que creen que es la información y se van; a los que entran, revisan, anotan y les llevan a esos otros “que no tienen redes” pero les gusta estar informados de lo que pasa ahí y juzgan, cuestionan y critican sin tener el contexto completo. El elogio es al chisme, no a los chismosos.

 

Fe de erratas: En la columna pasada usé algunas afirmaciones que gracias a mi amigo Néstor Ocampo me enteré que estaban mal. Él me explicó que no es cierto eso que dije de que la Palma de Cera del Quindío no fuera quindiana pues una de sus variedades es propia de estas tierras. También debo aclarar que el uso que le di a “el yipao” debió ser “el Jeep”, pues realmente “el yipao” sí es nuestro, pues los antepasados le dieron ese nombre y esa función, es el Jeep o Willys como carro de guerra lo que fue introducido. Así que pido disculpas. Gracias.

@UnJohanTin

 

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