Samaria Márquez Jaramillo
Según una común creencia, dar con el nido de la garza es muy difícil, por lo que en lenguaje figurado ‘el nido de la garza’ significa lo inaccesible, lo misterioso, lo que se busca.
En un momento de la historia, de ello hace tanto tiempo que casi ya se pierde en la larga y oscura desmemoria, nos humanizamos e iniciamos el desarrollo del pensamiento y de los afectos. Conquistamos el fuego, creamos la técnica, el lenguaje, el arte, la ciencia, las religiones, la filosofía, los mitos, las mentiras, los oprobios, las humillaciones y las deslealtades, entre tantas otras que incluyen beneficios y daños, a la par.
La mirada se nos fue volviendo blanquinegra y todo empezó a morir por inanición, por desamor, por condena humana: Lo que nace debe morir. Al nacer aceptamos el destino tácito…. También se desmoronan las certezas, en medio de persecuciones, exterminios y soledades e impávidos presenciamos como se persigue y margina a quién piensa distinto, porque el ser humano es un exterminador de su especie. Es cuando se requiere tener coraje. Yo lo tengo, casi desafiante. Pese a tanto y a muchos. Ese tanto incluye hasta el escritorio que me ata a estar frente a la pared, con la mirada en la pantalla del compu, mientras afuera el mundo palpita… Adentro no me siento desgraciada pero mi entorno no me impide el que piense que debería estar pluralizada , atomizada, por los caminos que mis sueño recorren , aún ahora y aquí, “retoñándome” en esta silla que no me lleva a caminos del pensamiento , ya recorridos por otros que supieron de sueños y que me invitan desde dónde estén, a seguir las huellas de sus pisadas.
No importa que la ignorancia general desconozca que el pensamiento se conoce por el lenguaje y el pensamiento se habla y la interpretación del pensamiento se narra porque cada ser creador requiere del otro porque el arte obtiene su sentido en el otro. Ejemplo: La música no nace en una partitura, en un papel. Nace cuando los músicos la tocan y la gente la escucha. La literatura no existiera sin el método de la escritura o los rapsodas hubiesen sido exterminados y no quedara un alguien que cantara los poemas. La pintura deja de ser un cuadro cuando alguien la mira.
Yo soy del Quindío, una región sísmica donde la tierra se cierra después que deja nacer la brecha y antes de que la grieta desaparezca muestra lo que encierra en su corazón. Allí hay semillas, que no todos alcanzan a ver, pero que sí existen y esperan germinar para que ya hechas árboles, éstos me encuentren como hoy, consciente de que cada noche preñada de misterios ignora qué habrá en el nuevo día, pero sin pausa y sin fatiga busco la respuesta donde ponen las garzas.