Desafíos 2023

28 septiembre 2022 5:31 pm

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Álvaro Ayala Tamayo

 Colombia es un país lindo. Inglaterra es igual. La diferencia para que ellos sean fuertes y poderosos, y nosotros ineficientes, incompetentes y tercermundistas es que en crisis ellos rebajan los impuestos y nosotros los aumentamos.                          

Para enfrentar el Apocalipsis que viene, la Primera Ministra Liz Truss, debutó anunciando disminución de impuestos. Aquí, el presidente Petro, se despachó aumentándolos. Es necesario conocer el entorno macroeconómico mundial para saber hacia dónde nos dirigimos localmente.                        Nada bueno nos viene para 2023. Lo único aceptable es conocer que será un año complicado.                                 Algunos pronostican que el clima de Europa marcará un invierno más duro y cruel de lo habitual. Oportunidad que puede traer la retirada rusa de Ucrania porque, las tropas de Putin no podrán soportar las bajas temperaturas hasta 20 grados bajo cero. Luchar sin ganas y sin motivos en temporada navideña será doblemente triste para los soldados de Moscú.                           

Mientras se confirman las recesiones en Europa y EE. UU., es necesario que el presidente Gustavo Petro diseñe la hoja de ruta económica y social para que no nos deje fríos. El solo aumento en el precio de la gasolina crea un efecto pánico que iniciará otra escalada alcista en los precios de la canasta familiar. Luego, el aumento del salario mínimo que regirá para el año entrante.                               Con esas decisiones muy pronto veremos la inflación marcando 15 %. Es decir: al ministro de Hacienda José Antonio Ocampo lo comenzará a odiar todo el país. Incluso, los mismos petristas pedirán su cabeza.  Será el resultado por aceptar un trabajo sucio. La historia dice que no existe ministro de finanzas bueno.  Son apenas los alcabaleros del gobierno de turno.     

Adivinar el futuro es muy complicado, pero vaticinar que el economista Ocampo regresará pronto a sus clases en EE. UU. es una apuesta fácil de ganar. Hagan el ejercicio y miren con detalle el ímpetu de sus declaraciones cuando lo designaron en el cargo. Observen el desgaste que ha tenido en estos 2 meses. Ve la cámara de un noticiero o el micrófono de una emisora y le provoca aumentarles el IVA.  Como si estuviera almorzando con pan rollito, mojicón y Colombiana dietética. A sus alumnos les dirá que intentó arreglar las cosas con impuestos y nada bueno resultó. No necesitará ampliar más detalles. Tienen la ventaja, sus discípulos, que comenzaron viendo la película por el END.                

El Estado no genera empleo. Los únicos capaces son los empresarios y los emprendedores. A ellos hay que generarles las condiciones. De lo contrario, el clima social seguirá deteriorándose.

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