martes 11 Nov 2025
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Un comienzo

29 septiembre 2022 5:53 pm
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Sebastián Ramírez

Esta semana en el partido amistoso entre la selección de Colombia y la de México se vivió un hecho novedoso: el árbitro paró el partido ante gritos discriminatorios de los hinchas. El partido se paró durante unos instantes en los que los jugadores de ambos equipos se agruparon en el centro del campo. Después de la detención el partido siguió su curso normal, en caso de que se hubiera repetido el asunto -lo cual no llegó a ocurrir- el árbitro hubiera enviado a los equipos a los camerinos por un rato, y en caso de suceder una tercera vez cancelaría el partido.

A propósito de lo ocurrido surge una pregunta que llevan a la reflexión: ¿reprimir la expresión espontanea de la gente no puede ser contraproducente generando un gran estado hiper intervencionista? Es fácil sobre la marcha decir que la violencia no debe ser tolerada bajo ninguna presentación ni escala, pero yendo un poco más a fondo la represión de expresiones del pueblo pueden generar una acumulación de resentimiento que en el futuro genere estallidos más agresivos. Por ejemplo, en Londres, existe un espacio a las afueras del palacio de Buckingham que está destinado para que la gente insulte a viva voz a la reina (de ahora en adelante será al rey). La idea detrás de esta medida es ayudar a la gente a descargar su frustración y dejar que se vaya tranquila sin que ocurra un pasaje a un acto violento mayor.

Por otro lado, está el hecho de haber censurado un insulto que atentaba contra la población LGTBI+ cuando en pocos días se celebrará un mundial en un país altamente homofóbico. Es claro que las medidas que se tomen en una organización privada, pero con una influencia tan masiva, se vuelve un asunto de interés público. Es esperanzador pensar que el rechazo que se materializó en la detención del partido es un comienzo para que la FIFA asuma responsabilidades sociales más profundas, tal vez sea la semilla que en futuro lleve a que no se realice la elección de la sede del mundial por medio de mecanismos corruptos o que, a los organizadores, se le obligue a realizar la construcción de la infraestructura que requiere el espectáculo teniendo en cuenta prácticas laborales éticas y el respeto hacia los derechos humanos.

Twitter: @sebasramirez85

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